El vicepresidente de Guatemala, Alfonso Fuentes, rechazó oficialmente este miércoles el argumento de Costa Rica de que la crisis provocada por la migración masiva de cubanos sea un tema “humanitario”.
Según cables de agencias de noticias, Fuentes dijo que el hecho no tiene esa connotación “porque (los cubanos) no son perseguidos políticos en su país, sino personas que quieren ir a juntarse con sus familias en Estados Unidos, o buscan una mejoría económica”.
La Cancillería costarricense reaccionó con sutileza ante la declaración del vicepresidente chapín.
El ministro de Relaciones Exteriores, Manuel González, afirmó que no es momento para entrar en polémicas académicas sobre si la aludida crisis es de carácter humanitario o no.
Pragmático, González afirmó que lo que urge es buscar una solución pronta, que permita la movilización de los cubanos varados en Costa Rica.
“Honestamente, la discusión académica la dejo para otro momento. No es la terminología o la definición de diccionario la que interesa ahora, sino encontrarles una solución a 7.000 cubanos que no nos hemos inventado; ahí están”, declaró a La Nación . La prioridad para el gobierno del presidente Luis Guillermo Solís, continuó el ministro, “es encontrar una solución a una situación real”.
Problema. Desde el 15 de noviembre, cuando Nicaragua cerró su frontera y no permitió el ingreso de los cubanos, en Costa Rica se han aglomerado más de 7.000 personas de esa nacionalidad.
Ellos salieron de Cuba en avión hasta Ecuador y de allí viajan por tierra. Pretenden atravesar Centroamérica y México para llegar por tierra a Estados Unidos, donde serán recibidos producto de la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que estipula que con solo poner un pie, se les recibe.
A raíz de la decisión del gobierno de Daniel Ortega, Costa Rica empezó a negociar el traslado aéreo de los cubanos a Guatemala.
Empero, el gobierno de Alejandro Maldonado decidió no prestar su territorio, al argumentar que sería difícil explicarle al país por qué los cubanos tienen un trato migratorio preferencial, mientras Estados Unidos deporta a miles de centroamericanos.
Según el Instituto de Política Migratoria, en Washington, al 2013 había 704.000 guatemaltecos sin documentos en EE. UU.
Más tarde, Belice tampoco permitió el uso de sus fronteras, aunque México sí lo hizo.
Pese a entrar en la polémica por el carácter de la crisis que enfrenta Costa Rica, el vicepresidente Fuentes alegó que Guatemala está en disposición de contribuir a una salida lo más rápido posible para los antillanos.
El martes, en México, una comisión técnica del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), en la que Costa Rica estuvo representada por la directora de Migración, Kathya Rodríguez, intentó, sin éxito, un acuerdo para permitir el paso de migrantes.
Fuentes dijo que la buena fe de su país se comprueba en el hecho de que albergará la próxima cita técnica, el 28 de diciembre, para buscar un arreglo.