El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, aseguró este jueves que su Gobierno le hizo una "severa" llamada de atención a los miembros de la Junta Directiva del Banco de Costa Rica por la conflictividad que hay entre ellos.
La reprimenda ocurrió la semana pasada, después de que la Presidencia se enterara de la carta que la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) le envió a la presidenta del BCR, Mónica Segnini, el 24 de julio, en la cual le advirtió de que la operación del Banco está en riesgo porque la cúpula debilitó su función de darle rumbo a los negocios bancarios y abandonó la discusión de temas estratégicos.
"Sí generó de parte del Gobierno una severa llamada de atención a los directivos de forma tal que este asunto pudiese resolverse", afirmó Solís.
Solís afirmó este jueves, durante la conferencia de prensa posterior al Consejo de Gobierno, que la Presidencia llamó a los directores del BCR de inmediato conoció las advertencias del superintendente de la Sugef, Javier Cascante.
La cita fue la semana pasada en Casa Presidencial y estuvieron presentes el mandatario y el ministro de la Presidencia, Sergio Alfaro.
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No obstante, el mandatario quiso dejar en claro que, para Zapote, el BCR no esta en riesgo, dados los buenos resultados financieros de la institución.
"Los números que el Banco presenta son, no solamente normales, sino que son muy positivos. Entendemos que las observaciones del señor superintendente tienen que ver principalmente con una preocupación por que los temas internos de la Junta puedan llegar a afectar ese desempeño del Banco".
"En ese sentido, fue que una y otra vez durante nuestra reunión con los miembros de la Junta, insistimos en la necesidad de que se resolvieran esos conflictos o se administraran de tal forma que no se afectara el funcionamiento del Banco que, hasta el momento, sigue demostrando, como usted puede verlo en los estados financieros, un desempeño muy apropiado", afirmó el presidente.
Al consultársele a Solís si su Gobierno le solicitó la renuncia o puso algún ultimátum a los directores del BCR, el mandatario no contestó la pregunta y, más bien, afirmó que los resultados financieros del Banco "se defienden solos". Agregó que ese desempeño lo ha conseguido la Junta Directiva actual.
La instrucción de Zapote para que los directores arreglen sus diferencias, enfatizó el mandatario, fue "perentoria".
"Esperamos se cumpla según fue formulada en esa reunión que tuvimos la semana pasada atendiendo de inmediato la nota que al efecto nos cursó el Superintendente", remarcó Solís.
Los últimos han sido meses tensos en el seno de la directiva del BCR.
En julio pasado, ante la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público de la Asamblea Legislativa, la directora Paola Mora, dijo que renunciaba a la Presidencia del Banco por diferencias técnicas y de criterio con sus compañeros. Mencionó que ella estaba en desacuerdo con suspender los giros de un préstamo a un importador de cemento chino, por un audio de una supuesta conversación entre el cliente y un alto funcionario del banco.
Además, la semana pasada el director Francisco Molina reconoció a este diario que sus relaciones con el gerente general del BCR, Mario Barrenechea, no están en los mejores términos.
Ayer la nueva presidenta del BCR, Mónica Segnini, aceptó que ese mal ambiente fue una de las razones por las que la directiva no alcanzó a discutir planes estratégicos sobre la operación de la entidad financiera durante el plazo señalado por la Sugef, es decir, segundo trimestre del 2017.
Segnini agregó que después de reunirse con el Superintendente, garantiza que conducirá a la Junta a debatir al menos una vez al mes los asuntos estratégicos de la institución.