A Johnny Araya, la victoria del domingo en la lucha por la Alcaldía de San José le puede saber doblemente dulce, no solo porque regresa al cargo que desempeñó por más de 20 años antes del 2013, sino porque derrotó al partido que le impidió recuperarse de la estrepitosa derrota en la elección presidencial del 2014: el Partido Liberación Nacional (PLN).
En una entrevista con La Nación , Araya consideró una equivocación que Liberación lo haya apartado de sus tiendas, con una suspensión por renunciar, en marzo del 2014, a la candidatura presidencial. La consecuencia de esa “equivocación” es, a su juicio, la pérdida de la Alcaldía josefina, una de las más importantes del país. Sin embargo, Araya deja abierta la puerta a un regreso al PLN, una vez que termine su castigo, aunque se haya recuperado con una estructura cantonal como Alianza por San José (PASJ). También afirmó que tiene mucho apoyo, incluyendo diputados verdiblancos. Esta es la entrevista.
¿Es diferente llegar a la alcaldía con un partido cantonal que con uno nacional con tanta estructura como el PLN?
Sí hay diferencia, favorablemente. Esta es la campaña que más he trabajado, pero también la que más he disfrutado, porque hemos hecho una estructura muy horizontal, sin burocracia, donde no hay intrigas ni zancadillas, con muchísimo voluntariado, mucha camaradería, eso ha marcado una diferencia para mí.
Eso es porque en este partido (PASJ) solo existe el liderazgo suyo y por la ausencia de otros liderazgos fuertes...
No hay duda de que hay un factor importantísimo, que fue mi liderazgo, que no ha estado solo, sino que ha estado acompañado de muchos liderazgos que existen a nivel distrital. Esto generó una verdadera alianza de líderes, muchos vienen de Liberación Nacional, pero mucha gente con liderazgo comunal, gente con expertise y trayectoria en las comunidades, que generó una dinámica que se convirtió en un fenómeno digno de anotar en la política costarricense.
¿Se debe la pérdida de alcaldías en el PLN al cisma que hubo en San José, Mora, Limón?
Me parece que sí, porque hubo un sector importante del liberacionismo que no quedó conforme con el tratamiento que me dio parte de la cúpula, encabezada por el presidente del partido (José María Figueres). Eso generó un sinsabor, un malestar, una crítica a una actuación del partido que se profundiza más con los resultados de San José. Por esa decisión equivocada, pierde la alcaldía más importante del país.
¿Esto es un adiós definitivo al PLN, o cuando termine la suspensión, volverá?
Es muy temprano para responder eso. Yo reconozco que mis convicciones siguen siendo socialdemócratas, sigo creyendo en los principios que dieron origen al PLN, sigo teniendo una magnífica relación con una gran parte de la dirigencia, incluyendo a gran parte de la fracción parlamentaria, yo no puedo decir la última palabra aún.
¿Qué compromisos asume con las fuerzas evangélicas que lo apoyaron?
Básicamente dos, que Paula Vargas (de Renovación Costarricense) fuera candidata a vicealcaldesa, no sin antes considerar sus atributos profesionales y el interés de ella de concentrar su aporte a la gestión de la alcaldía en el tema social. Es lo único que estuvo de por medio.
Los primeros resultados dicen que el PASJ podría llegar a cuatro regidores...
Posiblemente cinco.
Bueno y el PLN dos, el PUSC, PAC, FA y el resto de partidos, uno cada uno.
A mí me ha tocado ejercer la alcaldía con concejos muy fraccionados y he demostrado tener vocación para conciliar diferentes fuerzas. Estuve 21 años de alcalde y 14 veces logré aprobar el presupuesto unánimemente a pesar del fraccionamiento. Voy a esperar que se aclare el panorama de la composición del concejo, pero no voy a esperar el 1.º de mayo para empezar a crear puentes de comunicación entre las fuerzas políticas. Conozco a muchos y con muchos tengo una excelente relación y no va a ser difícil llegar a acuerdos.
Guido Granados, candidato del PLN, aceptó la derrota, pero dijo, en alusión a usted, que él no recibió dineros oscuros.
Habría que preguntarle a él que aclare quién recibió dineros oscuros y de qué dineros está hablando. A mí me parece que Alianza por San José dio una señal muy importante por la manera en que se financió, con un mecanismo reservado a partidos grandes, que es un fideicomiso por ¢150 millones, que fue el 80% del financiamiento de nuestra campaña, absolutamente transparente y todos los ingresos de contribuyentes están debidamente registrados. Es gente que está al alcance de la mano, para preguntarles quiénes son.