Cinco días después de afirmar que obligó a Ronal Vargas a renunciar a su cargo de diputado, el excandidato y exlegislador del Frente Amplio, José María Villalta, cambió su versión.
Ahora asegura que no tenía forma de obligar al excongresista guanacasteco a dimitir.
El viernes pasado, Villalta apuntó en su perfil de Facebook que este diario minimizaba un hecho en la información sobre la renuncia de Vargas:
“Es la primera vez en la historia que un diputado es obligado a renunciar por su propio partido por un caso de acoso sexual. Aquí se marcó una diferencia sustancial con otros casos como el caso Tinoco (Federico Tinoco, exdiputado del PLN 2006-2010)”.
Sin embargo, ayer, Villalta varió su discurso y, en entrevista con ADN 90.7 FM, declaró: “Por supuesto que no teníamos ni tenemos ningún mecanismo para obligarlo a renunciar, y yo incluso se lo dije (a Vargas): ‘nosotros no podemos obligarte a renunciar, vos tenés inmunidad parlamentaria, pero reflexioná sobre esta situación’”.
Más adelante, agregó: “Le pedimos la renuncia, le rogamos que se apartara del cargo, y él lo aceptó, y quiero dejar bien claro esto: no hubo ninguna amenaza de publicar ninguna fotografía, lo que pasa es que las pruebas de su caso son contundentes”.
Un tema incómodo. Los verdaderos motivos de la renuncia de Vargas, revelados por La Nación la noche del jueves, generaron una crisis interna en el Partido, que hace caer a sus principales figuras en más contradicciones conforme se revelan más detalles.
Vargas, un teólogo y educador activista de izquierda radicado en Nicoya, Guanacaste, dijo el martes en el plenario que padecía de una enfermedad grave que lo obligaba a renunciar a su cargo como diputado.
Sus compañeros de plenario lloraron al creer en la declaración de Vargas, y sus colegas de fracción en el Frente Amplio guardaron silencio e incluso se abrazaron con él, sin desmentir el hecho de que las verdaderas causas estaban relacionadas con la queja por acoso sexual.
Tres horas más tarde, una información de este diario difundía la verdadera causa.
Tras la publicación, se generó una polémica con cuestionamientos sobre los motivos de la agrupación para no revelar que había una situación de acoso de por medio.
Villalta y los diputados del Frente Amplio insisten en que no detallaron la causa de la renuncia porque así lo pidió la supuesta víctima y así lo respalda la Ley contra el Hostigamiento Sexual en el Empleo y la Docencia.
El cambio. ¿Qué surgió entre el viernes 6 de febrero y ayer para que Villalta variara su versión?
El martes, el ahora exdiputado Vargas presentó un recurso de amparo electoral ante e l Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), en el que acusa a Villalta de coaccionarlo para que renunciara. Además, pide que lo restituyan en su cargo pues afirma que fue obligado a renunciar sin que le permitieran defenderse o pedir ayuda legal.
“Yo sabía y manifesté que era inocente de esa injusta acusación, pero me presionaron con argumentos violentos sobre fotos de sexo explícito y copias de mensajes de contenido sexual en Wasapp (sic)”, apuntó Vargas en el recurso presentado ante el TSE.
El ahora exdiputado afirmó que Villalta lo presionó a tal punto que redactó la carta de renuncia y lo acompañó hasta la sede del TSE para asegurarse de que no cambiara de opinión.
El Tribunal acogió el recurso presentado por Vargas, y ahora analiza si le devuelve sus credenciales de diputado o no.
En tanto, la persona que se quejó verbalmente del exdiputado, y que recibe la colaboración de la exdiputada y actual directora de Servicios Técnicos, Gloria Valerín, analiza si presenta o no una acusación formal contra Vargas.
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