El presidente Luis Guillermo Solís expuso ante los obispos católicos del Istmo las labores humanitarias que ha efectuado el Gobierno costarricense para atender a casi 3.000 cubanos que se encuentran varados en la frontera con Nicaragua, país que se niega a dejarlos ingresar a su territorio.
Durante la cita, celebrada en Santa Bárbara de Heredia, el mandatario agradeció a los prelados por su exhortación conjunta a los cancilleres centroamericanos, mediante una carta emitida este lunes, para que lleguen a un acuerdo diplomático que permita la movilización de los cubanos a través de la región.
Si bien Solís resaltó el papel determinante de la Iglesia católica en la atención de los cubanos en la zona norte, afirmó que la misiva de los prelados para los cancilleres no es resultado de una solicitud de su gobierno.
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"No la hubo. Sí le solicité a los señores de la Conferencia Episcopal de Costa Rica que nos asistieran, porque sabía que la respuesta iba a ser inmediata. Estábamos ante la inminencia de una llegada masiva de inmigrantes y los señores obispos de la Conferencia Episcopal, con una gran rapidez y amor fraterno, estuvieron dispuestos a hacerlo. Pero no hubo ninguna solicitud", dijo el presidente.
Ángel Sancasimiro, obispo de Alajuela, reafirmó que la carta a los cancilleres fue una propuesta de la Iglesia costarricense apenas llegaron al país los obispos centroamericanos.
En esa delegación está incluido el arzobispo de Managua, el cardenal Leopoldo Brenes, quien evitó responsabilizar al gobierno del presidente Daniel Ortega por la crisis humanitaria, por impedir el paso de los cubanos a territorio nicaragüense.
Solís tampoco quiso calentar el ambiente político, tenso entre ambas naciones, y aseguró que la crisis migratoria es un problema que trasciende las diferencias bilaterales entre ambos países.
El mandatario prefirió no enumerar otras posibles alternativas a la movilización de los cubanos hasta que no conocer los resultados de la reunión entre los cancilleres centroamericanos, que se realizaba este martes en El Salvador.