Al otro lado del teléfono, en Managua, el embajador Javier Sancho, afirma con preocupación que hay un aumento significativo en la petición de visas de ingreso a Costa Rica, y que lejos de contenerse, aumenta cada día.
El aumento empezó a verse en el 2008 y se consolida con cada nueva solicitud que se recibe en las ventanillas de las oficinas consulares de Managua y Chinandega, donde según los registros, se procesan a diario entre 600 y 800 solicitudes de visa, en época baja.
Las cifras cruzaron la frontera, y a consulta de este medio, el canciller, Manuel González, informó de que solo durante el primer semestre de este año, se concedieron 112.000 visas.
La cifra es aún pequeña si se toma en cuenta de que falta la temporada alta de movimientos migratorios entre Costa Rica y Nicaragua, concentrada en época de Navidad y fin de año.
Debido a ello, la previsión de los consulados es que la cifra fácilmente superará la emisión de 200.000 visas para este año.
Durante el 2014, se tramitaron 214.155 visas con una vigencia de tres meses.
El único requisito para obtener el documento de entrada a Costa Rica es tener el pasaporte al día, más el pago de $32 en el consulado, lo que a criterio del embajador Sancho es un control débil, si se quiere fortalecer el filtro de los ingresos.
“Los requisitos son mínimos, la persona solo debe tener un pasaporte válido por seis meses, eso, los que van con pasaporte, otros (los ilegales) van a lo largo de 43 puntos a lo largo de la frontera hacia o desde Costa Rica”, aseveró Sancho.
Estos requisitos son los mismos desde el 2007.
Sancho sostuvo que las solicitudes de visa presentan un aumento desde el 2008 que lejos de frenarse, toma más impulso.
Fuerte flujo. Paralelo a la solicitud de visas, en los últimos años también vienen creciendo la entrada de nicaragüenses a nuestro territorio.
En el 2006, iniciando el segundo gobierno de Óscar Arias, la cifra de ingresos reportada en Migración llegó a 273.374.
Para el 2007, se dio un salto de cerca de 103.000 ingresos más. Ese año, la cifra subió a 376.687 movimientos por la frontera.
En el 2008 se dio el último gran salto, al llegar a los 468.175 registros. Desde entonces, el aumento ha sido sostenido. Para el 2013, durante el gobierno de Laura Chinchilla, la cifra llegó a 480.250 entradas.
Si bien en el 2014, en el primer año del gobierno de Luis Guillermo Solís, este movimiento presenta una leve baja (467.410 ingresos), las proyecciones para este año indican que ese número será superado.
Las causas. Los por qué de esta tendencia están bajo discusión. A criterio del canciller González, en buena parte se debe a la situación económica de Nicaragua, que ha venido presentando un encarecimiento en su economía, reflejada en la poca capacidad de sus habitantes para suplir necesidades primarias
El diario La Prensa , de Nicaragua, divulgó en un reportaje de marzo pasado, que más de 2,2 millones de nicaragüenses viven en pobreza extrema (37% de la población), según el Banco Mundial y la Base de Datos Socioeconómicos para América Latina y el Caribe (Sedlac).
A criterio del exdirector de la Dirección General de Migración y Extranjería, Mario Zamora, el aumento en la solicitud de visas está relacionado con la falta de producción interna en Nicaragua, y el debilitamiento de la ayuda proveniente de Venezuela.
Zamora afirmó que cuando se desempeñó como jerarca de Migración, durante el gobierno de Arias, se trató de fortalecer el control en la frontera de Peñas Blancas.
Se intentó consultar a la actual directora de Migración, Kathia Rodríguez, al cierre de este artículo no respondió los mensajes ni la información solicitada durante la semana.
Por otra parte, la viceministra de Gobernación y Policía, Carmen Muñoz, dijo desconocer que haya un aumento en la cantidad de ingresos y visas. Señaló que el tema no ha llegado al Consejo Nacional de Migración, un foro gubernamental con representación civil en el que se analizan las migraciones en el país.
Con este escenario, el tema apenas está en las primeras de discusión a nivel del Gobierno.