El político de 52 años ya no se ve igual que cuando llegó por primera vez a la Asamblea Legislativa en 1998. Afirma que entonces, “era un chiquillo” y que 15 años después está más claro en los planteamientos que propone al electorado, más allá de los fuertes cuestionamientos por las maniobras financieras de sus colaboradores en la campaña electoral pasada. Dice que está tranquilo, que no vive de la política y que aún tiene mucho que ofrecer. Este es un extracto de la conversación que sostuvo con La Nación.
¿Se volvió Otto Guevara un político profesional?, ¿alguien que vive de la política?
Yo no vivo de la política. Vivo del ejercicio de mi profesión (abogado) y de mis actividades empresariales. El que me interesen las políticas públicas para presentar propuestas que lleven a mejorar la condición de vida de los costarricenses es otro tema.
¿Con cinco campañas electorales a la espalda es usted un político profesional?
Definamos político profesional. Si por político profesional entendemos una persona que participa activamente, siete, ocho meses antes de una elección, entonces seré un político profesional, pero no como alguien que vive de la política.
Profesional, como experto en el manejo de su campo.
Como alguien con experticia y que se involucra en una forma casi que habitual en procesos políticos, eso me ha convertido en un actor político que conoce de la política, de sus tejes y manejes. No soy novato, no soy nuevo y no me puedo vender jamás como una cara nueva.
Hay una hipótesis en redes sociales y en el ambiente político de que Otto Guevara está buscando inmunidad con su candidatura a la presidencia y a la Asamblea.
Yo he escuchado ese runrún. En redes sociales algunas personas lo han dicho y la respuesta es que no hay una sola denuncia (penal) contra Otto Guevara. En segundo lugar, si hubiere alguna acusación o que eventualmente hubiera una acusación, el hecho de quedar electo como presidente o como diputado, no cubre los actos en que se hubiera involucrado anteriormente y entonces tendría que ser juzgado como cualquier otra persona, pero nunca ha pasado por mi mente eso, porque no hay ninguna denuncia en contra de Otto Guevara.
No busca inmunidad. ¿Pero inmunidad de qué?
No, yo busco jugar un rol protagónico en la política costarricense en los próximos cuatro años, ya sea como presidente o como parte de un grupo numeroso de diputados que vaya a influir en la agenda nacional. El Partido y algunos miembros del Partido han sido objeto de investigaciones del Ministerio Público, incluso estas oficinas han sido allanadas.
¿Afecta la entereza ética de su oferta electoral?
Hay tres personas de nuestro partido que han sido denunciadas por el Ministerio Público, así como hay 90 personas denunciadas del Partido Liberación Nacional por el Tribunal Supremo de Elecciones, y también 28 personas del Partido Acción Ciudadana. En nuestro caso por supuesto mal manejo de ¢200 millones, en el caso del PAC por ¢600 millones, en el PLN poco más de ¢400 millones, también le ha sucedido al partido Accesibilidad Sin Exclusión al Partido Renovación Costarricense y hay investigaciones pendientes en el Partido Unidad Social Cristiana. La aplicación del Código Electoral llevó a que el Tribunal Supremo de Elecciones denunciara a funcionarios de partidos políticos por lo que considera son actos irregulares en el manejo de la campaña pasada. Confiamos en nuestro tesorero, Ronaldo Alfaro, y en nuestro contador, Róger Segura. El Movimiento Libertario no recibió un cinco de esos dineros.
Pero relacionado con la pregunta de si afecta la imagen del partido nuestro.. inclusive de otros partidos, claro que lo afecta. Hay una afectación a la hora de estar involucrados todos los partidos políticos. Nos ha afectado en nuestra intención de vendernos como un partido sin ningún tipo de cuestionamientos. Hay cuestionamientos. Podemos enfrentarlos y podemos decirle a los costarricenses: 'nunca hemos estado en el poder, nunca hemos manejado fondos públicos', y en el caso de la denuncia del Libertario tenemos respuestas concretas. Pero esto ha afectado un poco, ha alejado a alguna gente de la política, los ha desilusionado. Espero que en lo que resta de esta campaña podamos hacer ver alos costarricenses que no podemos marginar a un partido político por los errores de una persona y que merecemos una oportunidad para gobernar Costa Rica.En su campaña en algunos spots usted llama 'carebarro' a Johnny Araya.
¿No teme que esa afirmación tenga un efecto bumerán, que se le devuelva?
Hay gente, especialmente en redes sociales que la devuelve, y dice, 'no, el carebarro es usted', replciando o repitiendo cosas que son falsas, como que hay denuncias contra Otto Guevara. Eso no es cierto. El contexto en el que yo me expreso así del candidato liberacionista fue en la presentación de mi campaña, cuando compartía con los asambleístas del partido, que Johnny Araya decía que iba a salvar la Caja Costarricense del Seguro Social, y yo cuando escuché eso, me dije para mis adentros, que hay que ser descarado para hablar así.
¿Cuánto ha invertido en campaña hasta ahora?
Muy poquito, unos ¢5 millones. Para la precampaña, de aquí al 2 de octubre, más o menos unos ¢50 millones y luego del 2 de octubre en adelante, dependerá de lo que podamos obtener en préstamos de la deuda política adelantada, como en préstamos en el sistema financiero nacional. Creemos que más o menos ¢1.500 millones.
¿No siente que la gente está cansada de las mismas caras?
Yo no sé, la verdad es que hay 400.000 personas que votaron por mí para presidente. Es más muchas personas que estuvieron conmigo, pero que al final votaron por Laura (Chinchilla) para que Ottón Solís no ganara, estoy seguro de que están arrepentidos y también tenemos a las nuevas generaciones. Para muchos la oferta electoral del Movimiento Libertario es la más cercana a sus aspiraciones. ¿Qué pasó con su relación con Rafael Ángel Calderón Fournier?, antes de que apareciera el nombre de Rodolfo Hernández hubo un momento de cercanía en busca de una coalición con la Unidad. La cercanía que pudimos haber tenido es la que tuvimos con cualquier otro líder político.