La imagen de la presidenta del Comité Ejecutivo del PAC, Margarita Bolaños, y del jefe de la fracción, Marco Redondo, firmando un pacto con el colectivo sindical Patria Justa quedó, este lunes, en el olvido.
Ante la huelga convocada por ese grupo para el lunes, tanto el Partido Acción Ciudadana (PAC) como su fracción política, les dieron la espalda a los sindicatos y rechazaron las protestas. Además, pidieron a Patria Justa deponer el movimiento.
Primero, la bancada emitió un manifiesto en el que 10 de los 13 diputados oficialistas rechazaron la huelga y enfatizaron su apoyo al presidente, Luis Guillermo Solís Rivera, en contra de las pretensiones de los manifestantes.
Luego, la Comisión Política hizo pública una pequeña nota, firmada por Bolaños, en que llaman al colectivo sindical a dejar de lado el movimiento.
Cuatro meses antes, tanto Bolaños como el legislador Redondo firmaron a nombre del Partido (bajo protesta de la mayoría de legisladores) un acuerdo con el Frente Amplio y con Patria Justa, en el que se comprometieron con el combate al Proyecto de Ley de Contingencia Eléctrica (que permitiría el incremento de la participación de los generadores privados) y contra cualquier iniciativa de equiparación de los pluses de los empleados públicos que implique reducciones de beneficios.
“El acuerdo con Patria Justa fue un tema coyuntural, pero no hay un acuerdo entre sindicatos y el PAC, como se puede ver”, dijo el legislador Franklin Corella.
Para Marco Redondo, los sindicatos no tienen nada que reclamarles por su rechazo a la huelga, “al igual que nosotros no les reclamamos a ellos por irse a la huelga hoy (ayer)”.
“Eso que firmaron fue una alianza política y lo de ayer fue un acto político también. Esto demuestra lo equivocados que estaban los líderes del PAC al sentarse junto a los sindicatos y al Frente Amplio. Me alegra que hayan escogido no traicionar al presidente, sino a sus amigos del Melico (Salazar, el teatro donde se firmó el pacto con los sindicatos)”, dijo el congresista Ottón Solís.
Críticas. Desde otros partidos afloraron las críticas hacia el PAC, que cuatro meses atrás anunciaba su pacto con el sector sindical y ayer condenó la cancelación de los servicios públicos.
“Yo creo que uno en estas cosas debe tener coherencia política. Si uno apoya un movimiento, es siempre y hacia delante. No se puede apoyar algo a veces sí y a veces no, cuando me conviene”, dijo Gerardo Vargas, jefe de fracción del Frente Amplio.
Julio Rojas, de Liberación Nacional, consideró que le parece incongruente que el PAC se acerque a los sindicatos y luego les haga un revés.
Para Nidia Jiménez y Henry Mora, ambos del PAC, la huelga no tiene sentido, pues es solo expresión de un temor en el futuro. “Otras deberían ser las medidas, no paralizando los servicios ni incomodando a la población”, aseguró Mora.