El proyecto para permitir por ley la técnica de fecundación in vitro presenta un importante avance, solo dos semanas después de que el presidente Luis Guillermo Solís autorizara esta práctica mediante un decreto ejecutivo.
La propuesta, que se tramita en el expediente 18.824, está lista para su discusión en el plenario del Congreso, luego de que los legisladores apuraran la votación de más de 700 mociones.
La iniciativa había sido bombardeada por los diputados evangélicos hasta que Solís firmó el decreto para permitir la FIV, el 10 de setiembre.
El decreto pretende poner al país en regla y cumplir con la condena del 28 de noviembre del 2012, impuesta por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, precisamente por no permitir la FIV.
Al aparecer en escena el decreto, los legisladores en contra del plan de ley bajaron la presión.
Lo anterior, porque consideran aún peor el decreto que el proyecto de ley.
Así lo afirmó el congresista y jefe de Renovación Costarricense Gonzalo Ramírez, al manifestar que el plan de ley es “el menor de los males”.
De aprobarse la ley, le pasaría por encima al decreto, pues jurídicamente tiene más peso una ley que un decreto.
Según Ramírez, el plan de ley es menos abierto que el decreto.
Por ejemplo, el decreto no discrimina si las mujeres a las cuales se les aplicaría la FIV son solteras o están en una relación de pareja, mientras que el artículo 2 del proyecto otorga el derecho de acceder a esta técnica solo a mujeres casadas o que vivan en una relación de más de tres años de convivencia.
Además, Ramírez considera que el número de óvulos debe tener un tope, situación que no se da con el decreto.
Aun así, las bancadas de Renovación Costarricense, Restauración Nacional, Alianza Demócrata Cristiana y la Unidad Social Cristiana, presentaron acciones en contra del decreto ante la Sala Constitucional.
Los congresistas estiman que la FIV atenta contra la vida.
De no prosperar las acciones ante los magistrados, la esperanza de Ramírez es que la ley le caiga encima al decreto.
Para la parlamentaria de Liberación Nacional Sandra Piszk, la posición de los evangélicos es entendible, en vista de que lo que buscan es obstruir el acceso a la fecundación asistida.
No obstante, Piszk es de la opinión de que el decreto es una opción viable para las parejas que desean tener hijos .
El legislador cristiano Mario Redondo afirmó que, en su caso, el avance del proyecto de ley no tiene relación con el decreto.
“En mi caso particular, soy 99,99% seguro de que ese decreto no pasará el filtro de la Sala Constitucional”, dijo Redondo.