Una reunión entre amigos, en que uno jala votos para el otro. Así fue el almuerzo de ayer entre el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, y el alcalde de San José y candidado a la presidencia, Johnny Araya.
Aunque aseguran que no hablaron de política, el mandatario canalero se deshizo en halagos para el aspirante verdiblanco.
Poco después de las 2 p. m. de ayer, Martinelli se había quitado el saco y la corbata usados en la reunión con los presidentes Chinchilla y Obama, y había cambiado el atuendo por una camisa deportiva, tipo Polo, de verde intenso.
En las afueras del restaurante de carnes El Chicote, en Sabana norte, el mandatario alabó la buena comida y defendió que no hubo “nada de licor” y sí buena plática.
“Costa Rica y Panamá son aliados naturales, conversamos de puntos y estrategias que podemos usar como países para mejorar la calidad de vida de todos nuestros ciudadanos”, expresó.
Entonces, ¿usted lo ve como un potencial presidente?, le preguntó este medio a Martinelli.
“Mire, yo no voto en Costa Rica, pero si yo tuviera que votar como tico, yo votaría por Johnny Araya. Tienen un excelente candidato y sería un excelente presidente, como ha sido un excelente alcalde”, reiteró el presidente, quien ha estado muy cerca del excandidato libertario Otto Guevara.
Lo que no está claro es desde cuándo son amigos Araya y Martinelli, aunque la despedida incluyó palmadas y abrazos efusivos.
El mandatario aseveró que se trató de un encuentro “completamente social, con un amigo de hace mucho tiempo, el alcalde Johnny Araya, al cual le tengo mucho aprecio, mucho cariño, mucho respeto, mucha estimación”.
Minutos después, cuando ya Martinelli se enrumbaba al aeropuerto, Johnny Araya reconoció que se conocen desde hace poco: 88 días para ser exactos, desde el partido Panamá-Costa Rica en el Estadio Rommel Fernández.
A finales de febrero volvieron a conversar, cuando Martinelli vino a Costa Rica a una reunión del Sistema de Integración Centroamericana con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
Eso sí, la reunión de ayer no fue política, insiste el alcalde. Martinelli le pidió a Araya un buen lugar para almorzar y el alcalde lo llevó a La Sabana.
Estaba previsto que el presidente guatemalteco Otto Pérez también los acompañara, pero tuvo un inconveniente y decidió pasar directo al aeropuerto.