Aunque para un homosexual británico es legal casarse con su pareja, ese derecho no se podría materializar en el consulado de ese país aquí, en Costa Rica, según criterio de la Procuraduría General de la República (PGR).
Esa fue la respuesta a una consulta de la Cancillería realizada en diciembre pasado luego de que los consulados de Francia, Reino Unido y España pidieran claridad sobre el tema.
La intención de esas naciones era conocer los alcances del marco legal costarricense sobre las uniones gais –permitidas por sus legislaciones– ante eventuales solicitudes de ciudadanos con interés en contraer matrimonio en los consulados que tienen en San José.
Sin embargo, la respuesta de la Procuraduría fue negativa.
“En aplicación del artículo 5.f de la Convención de Viena sobre relaciones consulares, es claro que mientras el impedimento del artículo 14.6 del Código de Familia se encuentre vigente, no es procedente que se realicen, en territorio costarricense, matrimonios consulares en contravención con dicha disposición”, señala el informe enviado dos semanas atrás al despacho del canciller Manuel González.
Si bien el matrimonio que se realice en un consulado no tendría efectos legales en Costa Rica, la posición de la PGR se sostiene en el principio de que un consulado no puede aplicar normas que estén expresamente prohibidas en el país receptor.
Lo anterior, pese a que, según el mismo Convenio de Viena sobre relaciones consulares, una de las funciones de los consulados es actuar como funcionario de registro civil del Estado que envía su misión diplomática.
“No obstante, constituye un principio general, consagrado en el artículo 5.f del Convenio, que el ejercicio de esa actividad se puede realizar siempre que no se oponga a las leyes y reglamentos del Estado receptor”, recalca el oficio de la Procuraduría.
La directora jurídica de la Cancillería y exviceministra de Relaciones Exteriores, Gioconda Ubeda, manifestó que, en tanto no se modifique la legislación actual y de acuerdo con la respuesta de la PGR, los consulados no podrán realizar este tipo de ceremonias.
Molestia. La noticia cayó mal entre los grupos que defienden los derechos de personas homosexuales o sexualmente diversas.
“Nosotros, en el Movimiento Diversidad, vimos eso y nos parece una terrible arbitrariedad del Gobierno costarricense”, expresó su presidente Marco Castillo.
La organización trabaja a favor del reconocimiento de derechos, como el matrimonio, de la llamada comunidad LGTB.
La posición de la PGR obligaría a que quienes se quieran casar con una persona extranjera, sea inglés, francés o español, tendrán que viajar a otro país para realizar ese acto, criticó Castillo.
Así, el tema de eventuales bodas entre parejas gais permanece en manos de la Asamblea Legislativa, que discute un plan de ley para aprobar esas uniones.