Entre los años 2009 y 2011, el Gobierno de Estados Unidos operó desde San José, a espaldas de las autoridades costarricenses, un programa para debilitar al régimen comunista de Cuba.
Ese país omitió informarle los detalles del proyecto y su verdadero propósito al Gobierno y mantuvo activa la operación durante más de un año, pese a que la Cancillería rechazó acreditar a sus funcionarios y le negó apoyo, pues dudaba de su legitimidad.
El fin del programa era desarrollar y operar desde Costa Rica una red social en Cuba, llamada ZunZuneo. Con esa iniciativa se enviaban noticias y mensajes masivos a los teléfonos celulares de miles de cubanos, con el fin de mantenerlos informados y se incluía contenido político para impulsar movilizaciones sociales.
La existencia de esa plataforma la reveló días atrás la agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP).
El 4 de abril, tras enterarse del alcance del proyecto, el Ministerio de Relaciones Exteriores solicitó una explicación a la Embajada de Estados Unidos y le expresó su preocupación por “las graves denuncias”, sin que hasta ahora haya recibido una respuesta.
“A la Cancillería no le parece correcto que las Embajadas emprendan acciones desde Costa Rica que afecten a otro país. No podemos aprobar esto, en ningún caso. Eso no está bien”, aseveró a este medio el ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Castillo.
Secreto. El proyecto lo pagó la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés) y lo ejecutó Creative Associates Inc., una empresa consultora con sede en esa nación.
Los suscriptores en Cuba nunca fueron informados sobre el rol de Washington en la plataforma.
La Cancillería asegura que la Embajada nunca le reveló el propósito real del proyecto.
La Nación tuvo acceso a dos notas diplomáticas que la misión de Estados Unidos envió al Ministerio en abril y mayo del 2009, en las cuales informó del proyecto y solicitó exoneraciones y privilegios para sus funcionarios.
En esas cartas no mencionó la intención de enviar mensajes masivos a los cubanos ni detalló el plan de crear la red social ZunZuneo.
Ambas notas solo explican que el USAID abrió en San José el denominado Programa de Intercambio Latinoamericano (PILA), cuyo objetivo era “aumentar la comunicación, enlaces e intercambios entre la sociedad civil democrática en Cuba y organizaciones de la sociedad civil en Latinoamérica y el Caribe, incluyendo a Costa Rica”.
Rechazo. En junio del 2009, sin conocer los detalles del proyecto y sospechando que Costa Rica podría involucrarse en un lío, la Cancillería denegó la acreditación de Xavier Utset y Noy Villalobos, estadounidenses contratados por Creative Associates para el proyecto.
La Embajada invocó un acuerdo de cooperación de 1961 para solicitar la inmunidad y los beneficios para los empleados del programa.
No obstante, en una carta del 26 de junio del 2009, la Cancillería negó la acreditación y le advirtió a esa Embajada de que no podía “otorgar incentivos” a la propuesta, pues esta no se ajustaba a los objetivos del citado acuerdo de cooperación.
Días antes, el entonces director de Protocolo y ahora embajador de Costa Rica en Nicaragua, Javier Sancho Bonilla, advirtió al canciller Bruno Stagno sobre el riesgo que corría el país con dicho programa y le recomendó no permitir su instalación en suelo nacional.
Un criterio similar exteriorizó el entonces director de Política Exterior, Alejandro Solano, según documentos en poder de este diario.
“No estábamos de acuerdo. Si lo hicieron es peor, porque (los estadounidenses) estaban advertidos de no seguir adelante. La nota es suficientemente clara. Debieron haber cesado con ese programa”, explicó Sancho la semana pasada.
El actual ministro, Enrique Castillo, opinó que la Cancillería no tenía la potestad para prohibir la apertura del proyecto en el país.
“Las embajadas pueden tener múltiples programas sin tener que pedirle permiso a la Cancillería. En ese momento no había suficientes elementos de juicio para descalificar el programa, pero sí para decirles que no calzaba en el acuerdo de cooperación entre ambos países y por lo tato negar los privilegios e inmunidades ”, explicó el jerarca.
Sin objeción. Estados Unidos negó que haya ocultado información a la Cancillería y afirmó que el Gobierno nunca objetó el proyecto.
“Tenemos comunicaciones internas que demuestran que miembros de la Embajada informaron al Ministerio del programa, incluso antes del intercambio de notas diplomáticas. No tenemos registro de haber recibido alguna objeción”, señaló la legación mediante un correo electrónico enviado por su encargado de prensa, Éric Turner.
Según Turner, la Embajada tiene correos electrónicos que mencionan dos reuniones en enero del 2009, donde la Cancillería fue informada sobre la apertura de una oficina del USAID que “maneja asuntos relacionados con Cuba”.
El funcionario, sin embargo, declinó entregar esos correos.
Sancho contradijo esta versión y afirmó que los diplomáticos estadounidenses nunca le revelaron a la Cancillería su intención de crear una red social en Cuba.