El consulado del Reino Unido en Costa Rica está a la espera de que el Gobierno se pronuncie sobre su consulta para oficiar matrimonios entre personas del mismo sexo en su sede del paseo Colón.
Desde junio del año pasado, las autoridades británicas emitieron una directriz que autoriza realizar bodas entre personas homosexuales en todas sus sedes consulares.
La potestad de realizar este tipo de ceremonias surgió luego de que el 29 de marzo del 2014 entrara en vigor la ley que permite a los ciudadanos británicos optar por el matrimonio gay.
Las uniones en las sedes administrativas les son permitidas a los ciudadanos británicos, aunque su pareja no tenga esa nacionalidad europea.
Así sucedió el pasado 30 de diciembre en República Dominicana, donde se llevó a cabo una boda en la sede del consulado británico allí, según consignó el medio Diariolibre.com .
El vicecónsul de la Embajada de Gran Bretaña en Costa Rica, Andrew Castle, explicó que antes de realizar cualquier matrimonio en su sede, deben contar con el punto de vista de las autoridades costarricenses.
Castle agregó que ya hay personas con interés de contraer matrimonio en el consulado, pero no han recibido solicitudes formales, en vista de que siguen a la espera de lo que resuelva la Cancillería tica.
La Nación consultó al Ministerio de Relaciones Exteriores sobre la gestión del consulado británico; sin embargo, a la hora de cierre de edición no hubo una respuesta de parte de algún vocero.
No reconocido. A pesar de que los matrimonios sí son reconocidos en Gran Bretaña, el matrimonio bajo estos términos no sería reconocido por el Registro Civil aquí.
Así lo explicó Luis Bolaños, jefe del Departamento Civil del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), al apuntar: “Nuestra legislación no contempla la posibilidad de que se realicen matrimonios y menos que se inscriban. Puede que se realicen en un consulado en Costa Rica, pero no surte ningún resultado”, explicó.
Sin embargo, el hecho de que la sede diplomática de Gran Bretaña permita este tipo de uniones en sus consulados y que se haga la gestión de habilitarlos en Costa Rica, supone un avance en el reconocimiento de derechos para la comunidad homosexual.
“Es una buena noticia de que haya personas latinoamericanas que se puedan casar; conocemos casos de costarricenses casados con personas españolas y canadienses; sin embargo, esos matrimonios no han sido inscritos en el país. No sabemos cómo irán a reaccionar el Registro Civil y los tribunales”, dijo el abogado y vocero del Movimiento Diversidad Marco Castillo.
La posibilidad de que las bodas para parejas gais se celebren en oficinas británicas en el país es respetada por la Iglesia católica, pero sus voceros esperan que este tipo de legislación no se apruebe para los costarricenses.
El encargado de la Pastoral Familiar para la Conferencia Episcopal de Costa Rica (Cecor), el sacerdote Ronny Solano, dijo que no se inmiscuirá en asuntos propios de otro Estado, pero afirmó que espera que las reformas legales que están en el Congreso para permitir las uniones civiles entre homosexuales se descarten.
Con cuentagotas. Pese a la resistencia del Congreso a aprobar un proyecto de ley que otorgue derechos a las parejas homosexuales, esta comunidad ha ganado espacios en otras instituciones.
De esta forma, si un hombre desea aparecer en su cédula de identidad con la apariencia de mujer o a la inversa, así sucede.
Más tarde, en diciembre del 2012, la Sala Constitucional aprobó visitas conyugales en cárceles para parejas del mismo sexo.
Finalmente, en mayo pasado, la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aprobó que los gais que demuestren una relación formal, puedan asegurar a su pareja para acceder a los servicios médicos.
Mientras tanto, las autoridades británicas siguen a la espera de la respuesta de la Cancillería para empezar a tramitar bodas gais en el país.