Un infierno político se vive a lo interno del Partido Renovación Costarricense. El Comité Ejecutivo, encabezado por el exdiputado Justo Orozco, comunicó este jueves al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y a la Asamblea Legislativa, que los congresistas Abelino Esquivel y Gonzalo Ramírez ya no representan a esa agrupación política.
Sin embargo, los legisladores, ambos pastores evangélicos, consideran que la resolución es errónea y que el grupo de Orozco no tiene las potestades para adoptar esa medida.
Aún así, Orozco y su grupo, acuerpados por la Asamblea Nacional del partido, afirman que ambos diputados ya no pueden ni siquiera utilizar los logos de Renovación Costarricense, y que deben ser tratados como independientes, aunque esto le cueste a su partido perder la representación en el Congreso.
"Se tomó el acuerdo de ejecutar lo decidido por la Asamblea Nacional del 26 de noviembre del 2016, de declarar a los diputados 'no gratos'. No se había podido tramitar por tanto proceso electoral que había en revisión", dijo Álvaro Umaña, delegado nacional de la agrupación y cercano a Justo Orozco.
Umaña manifestó que la voluntad de esa asamblea de noviembre fue que "sea quitado el nombre de Renovación Costarricense de toda piedra de la Asamblea Legislativa por lo que queda de este mandato".
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Tal decisión fue comunicada la tarde de este jueves al TSE mediante una nota, confirmó el letrado de esa institución, Andrei Cambronero.
Pero el pleito no para ahí. La comunicación al Congreso de esa decisión, tomada la noche del martes por el Comité Ejecutivo, y siguiendo lo dispuesto meses antes por la Asamblea Nacional, debe ser conocida por el secretario del Directorio legislativo, quien es, precisamente, el diputado Gonzalo Ramírez.
Sin embargo, Ramírez aseguró que aún no ha recibido la notificación de que ya no debe representar a su partido.
Tras la Asamblea de noviembre, Orozco acusó a los diputados de "apartarse de los preceptos cristianos" que rigen la agrupación política, fundada en 1995.
Tanto Orozco como Umaña y el resto del Comité Ejecutivo actual consideran que los dos diputados ya no deben utilizar, ni la papelería del Partido, ni los símbolos que representan a la agrupación evangélica.
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No obstante, el diputado Ramírez, considera que Orozco y sus fieles solo están "dando patadas de ahogado", y señaló que la dirigencia actual no tiene la autoridad para tomar resoluciones que afecten a militantes de la agrupación.
"No tiene sentido la solicitud que hace Justo Orozco de expulsarnos del Partido, porque no ha habido un proceso disciplinario contra los diputados, tampoco hemos sido convocados ante el Tribunal de Ética, ni a ningún otro órgano interno", señaló Ramírez.
El legislador insistió en que ya se venció el plazo de nombramiento del Comité Ejecutivo del Partido y por eso, la única función que tiene permitida es la de proseguir con la renovación de estructuras, gracias a una ampliación del plazo de vigencia otorgada por el Tribunal de Elecciones el pasado 8 de febrero.
A criterio de Ramírez, el Comité Ejecutivo de Renovación no está en capacidad de expulsarlos de Renovación Costarricense, pues "el 25 de febrero todas las instituciones del Partido perdieron vigencia, llámese tribunal de ética, tribunal de elecciones internas, o Comité Ejecutivo Superior".
Agregó que "un partido no puede declararse independiente de sus diputados. Son los diputados los que pueden declararse independientes del Partido".
Ramírez indicó que la actitud de Orozco se debe a que está perdiendo el control del partido que fundó y afirmó que la agrupación seguirá renovando sus estructuras, lo que, en su criterio, marcará un cambio en el liderazgo. Además, adelantó que presentarán los recursos legales necesarios para demostrar la invalidez de su expulsión.
¿Por qué pelean?
Comparten la misma fe, la misma filosofía política, los mismos preceptos en contra de las uniones gais, los mismos planteamientos sobre la familia, los mismos señalamientos contra el aborto, la misma posición respecto de la guía cristiana dentro de la política, pero los diputados y el presidente del partido no se pueden ver las caras.
El control de la agrupación los tiene divididos. La separación inició una vez que Esquivel y Ramírez llegaron al Congreso y empezaron a promover un cambio en las estructuras de Renovación Costarricense, que históricamente ha estado en manos de Orozco.
A esto se sumó el hecho de que los dos legisladores dejaron de apoyar económicamente al Partido. A la par de eso, el secretario general de la agrupación, Jimmy Soto –aliado de los diputados– convocó, durante el 2016, a asambleas distritales para refrescar las estructuras, lo cual afectó el control de Orozco, según denunció el propio exdiputado.
Orozco aseguró a La Nación en una entrevista, que los actuales congresistas se separaron de Renovación para aliarse e impulsar la candidatura de Johnny Araya a la Alcaldía de San José a través de una alianza. Dicho pacto significó la llegada a la vicealcaldía josefina de la esposa del diputado Ramírez, Paula Vargas, en las elecciones municipales de febrero del 2016.
Sin embargo, Ramírez considera que Orozco está viendo el final de su dominio en Renovación Costarricense y por eso toma medidas "absurdas", según dijo, para tratar de dejar a los diputados sin partido.