La Asamblea Nacional del Partido Renovación Costarricense aprobó, el sábado, una moción para declarar no gratos a sus dos diputados, Gonzalo Ramírez y Abelino Esquivel.
Si bien la medida no significa una expulsión de la agrupación evangélica, sí conlleva una exclusión en la toma de decisiones y en el proceso de renovación de estructuras, de cara a las elecciones nacionales del 2018.
“Se les declara no gratos y no usarán más el nombre del partido Renovación Costarricense, porque realmente en nada están ayudando al partido (…). Ya ellos prácticamente lo que hagan, lo harán por cuenta propia, por cuenta personal”, declaró el vicepresidente del grupo político, Rafael Matamoros.
Según Matamoros, se tomó esa medida por tres razones. En primer lugar, alega que Ramírez y Esquivel celebraron varias asambleas cantonales sin la venía de todo el Comité Ejecutivo.
Segundo, acusa a los legisladores de deslealtad con el Partido en las elecciones municipales de febrero porque apoyaron a candidatos de otras agrupaciones, a pesar de que Renovación Costarricense tenía aspirantes a alcalde en los mismos cantones.
Y, la tercera razón, dijo el vicepresidente, es que no cumplieron con la obligación de aportar al Partido con el 5% del salario que devengan como legisladores, a pesar de que así está establecido en los estatutos.
Matamoros agregó que la moción se aprobó, por unanimidad, por los 45 delegados que asistieron a la Asamblea del fin de semana, a la cual faltaron 25. Dijo que se optó por esa vía, en lugar de la expulsión, para evitar que la sanción eventualmente fuera revocada mediante un recurso de amparo ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
“Me dijo a mí el señor Gonzalo en una oportunidad: ‘Si ustedes me echan, yo voy a presentar un recurso electoral para que no me echen'. Entonces, eso se vuelve un conflicto, mejor es una moción de declararlos no gratos, si quieren estar, están, pero no los tomamos en cuenta”, sentenció Matamoros.
No obstante, reconoció que si ellos se arrepienten de la manera cómo han actuado, la declaratoria podría revertirse.
“Si ellos toman una actitud humilde y reconocen que están fallando e hicieron mal y piden perdón a las autoridades del Partido y al Partido en sí, entonces, muy posible como dice la santa Biblia: ‘el que confiesa su pecado y se aparta de él, alcanza la misericordia’”, añadió.
‘Política rastrera’. Los congresistas Ramírez y Esquivel coinciden en que darán la pelea y que harán uso de todas las armas legales para revertir lo aprobado en la Asamblea Nacional.
Ramírez aduce que todo es una artimaña del presidente y dos veces exdiputado de Renovación Costarricense, Justo Orozco, quien a su criterio, se cree y actúa como el dueño del Partido.
El parlamentario josefino asegura que Orozco se molestó porque ellos pidieron al Tribunal de Ética abrir una investigación después de que él fue encontrado en un motel en Pavas con una mujer que no era su esposa y, que luego, lo denunció por un supuesto intento de abuso sexual, caso que terminó en una conciliación.
“Hacen un voto de censura en contra nuestra, contrario a lo que nosotros hemos hecho. Hemos promovido la participación democrática en un partido donde Justo Orozco se creía el dueño de la pelota, donde no dejaba participar a nadie, donde todo se hacía a su antojo. Tampoco tenemos claridad meridiana sobre el manejo de las finanzas. Es parte de la política rastrera que practica Justo Orozco”, expresó Ramírez.
Esquivel dijo que esperará hasta la notificación formal para pronunciarse, aunque reconoció que acudiría al TSE.
“Vamos a ver cuáles son las acciones que tenemos que tomar. Por la vía oficial no estoy enterado nada, yo creo que lo que procede, en un caso de estos, es presentar un recurso de amparo electoral”, dijo el diputado por Limón.
Por su parte, Orozco negó estar detrás de la moción, se negó a referir sobre el tema y encomendó la vocería al vicepresidente Rafael Matamoros.
“Eso se conoció en la Asamblea, pero yo no la presenté, jamás. Yo voy saliendo de la política, yo quiero paz, tengo que ver las cosas en orden y no quiero polémica ni estar con ningún protagonismo de la prensa. Yo soy el presidente del Partido porque no se ha vencido el término, pero preferiría no referirme a esos temas”, declaró el también fundador del Partido Renovación Costarricense.
Sin embargo, hace escasos nueve días, en una entrevista con La Nación, acusó a Ramírez y Esquivel de querer quitarle el partido. En esa ocasión, alegó las mismas razones que utilizó la Asamblea Nacional para declarara los diputados no gratos.