Gustavo Arias se convirtió este domingo en el segundo director del Banco de Costa Rica (BCR) en renunciar al cargo, después de que La Nación adelantara ayer mismo que su compañero de Junta , Rónald Solís, también dimitirá a partir del próximo martes.
A diferencia de Solís, quien optó por primero hacer pública su renuncia a través de la prensa, Arias decidió enviarle ayer mismo su carta al presidente Luis Guillermo Solís.
El aviso lo dio la Presidencial en un comunicado que envió a las 4:15 p. m.
"En su carta, el señor Arias manifestó al presidente que la mejor manera de servirle al país en este momento es acatando la solicitud de renuncia a su cargo, a sabiendas de que el mandato para ejercer como directivo provenía del pueblo que eligió al Gobernante.
El señor Arias sostuvo que su decisión no significaba de ninguna forma la aceptación de alguna culpa, sino, una expresión de dignidad y respeto al país y del compromiso asumido al aceptar el puesto", detalló la sede del Gobierno.
Las renuncias se dan en el contexto de conflictos internos en la Junta del BCR a raíz de las diferencias entre sus directores por la forma en que el banco otorgó dos líneas de crédito al dueño de Sinocem, Juan Carlos Bolaños, por $30 millones, para la importación de cemento desde China, y un préstamo por $32,7 millones a la Cooperativa de Electrificación Rural de San Carlos (Coopelesca) para que le comprara una hidroeléctrica a la cementera Holcim.
Esas operaciones están enpesquisas en el Ministerio Público, en la Superintendencia de Entidades Financieras (Sugef) y en la Comisión Investigadora de Créditos Bancarios del Parlamento.
Gustavo Arias y Rónald Solís forman parte del grupo de directores del BCR que nombró el presidente Solís en el 2014.
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Además de esos dos exdiputados de Acción Ciudadana (PAC), el gobernante también designó a Francisco Molina, también exdiputado rojiamarillo, a Mónica Segnini, excandidata a la vicepresidencia en el 2010 por el PAC, y a la abogada Paola Mora,copartidaria de Mariano Figueres, jefe de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), en Alianza Patriótica.
A los otros directores, Evita Arguedas y Alberto Raven, los nombró en la Junta del BCR Laura Chinchilla durante su gobierno (2010-2014).
Factor común. Rónald Solís y Gustavo Arias alegaron al anunciar sus dimisiones, que se van del BCR en acatamiento del llamado que le hiciera el martes pasado el presidente Solís a la Directiva en pleno para que dejaran sus puestos.
Horas después de que Solís lanzara la petición, Arguedas, Mora y Molina hicieron una conferencia de prensa para anunciar que no respetarían la solicitud del gobernante.
En respuesta a esa negativa, el presidente anunció que este martes el Consejo de Gobierno abrirá un proceso disciplinario contra aquellos directores que se mantengan en su decisión de no marcharse.
Ayer la Presidencia comunicó que Solís reitera a los directivos su solicitud de renuncia.
"Nuevamente, el presidente de la República hace un llamado a los restantes directivos y directivas del Banco de Costa Rica para que acepten su solicitud de renuncia a sus puestos, con el fin de permitir el nombramiento de una nueva Junta Directiva a la mayor brevedad, para evitar un mayor daño a la reputación del banco y garantizar que se mantenga la buena situación financiera que hoy tiene esa institución", se lee en el boletín.
Solís tomó la decisión de pedirles la renuncia después de que el lunes recibiera un informe de la Superintendencia de Entidades Financieras (Sugef) en el que ésta confirmó todos los errores que le achacó a la Directiva a lo largo del 2017.
Sin embargo, tanto Rónald Solís como Gustavo Arias subrayaron que sus renuncias no se debían tomar como una aceptación de las imputaciones que hizo la Sugef contra la Junta.
Incluso Solís dijo a este diario durante una entrevista el jueves pasado que él y otros directores consideraban como faltos de fundamento algunos de los señalamientos de la Sugef.
Y argumentó que cualquier error cometido durante el trámite de los préstamos a Sinocem y Coopelesca no se le puede atribuir a la Directiva, por ser esa una responsabilidad de la administración del banco.
No obstante, sí aceptó como un hecho real que los conflictos personales entre los directores del Banco sí distrajeron a la Junta de sus labores primordiales
El diputado Ottón Solís, uno de los representantes del PAC en la comisión legislativa que investiga al BCR, dijo que el presidente no actuó bien al pedir la renuncia en pleno de la Junta, por tratarse el asunto que tiene al banco en vilo de un posible hecho de corrupción, en relación al presunto tráfico de influencias en los préstamos a Bolaños y Coopelesca.
El legislador dijo anoche a este diario que son tres los directores del BCR los que deberían irse por este caso, y señaló a Rónald Solís, a Paola Mora y a Alberto Raven.
"Hay un hecho genérico por el que debe responder la junta en pleno, que es el nombramiento de Mario Barrenechea en la Gerencia del BCR. Pero concretamente Mora debe irse por sus nexos con Juan Carlos Bolanos, Raven por conocer que la hidroeléctrica Aguas Zarcas era chatarra y Rónald Solís por mentir y mentir", zanjó.