Denunció traición, intriga, egoísmo y dijo que una casa dividida no perdura. Con esos argumentos, Rodolfo Hernández renunció ayer a la candidatura presidencial del PUSC y dejó a la agrupación con solo 14 días para hallar a su sustituto.
El médico tiró la toalla en el segundo día de la campaña electoral: “He hecho un gran esfuerzo para continuar, pero no soporto más puñaladas por la espalda”.
Así lo denunció en un comunicado difundido a las 3:21 p. m. El ahora excandidato de la Unidad Social Cristiana (PUSC) afirmó que políticos de su propio partido andaban “de pueblo en pueblo” pidiendo a la gente que no votaran por él en febrero del 2014.
Agregó que los candidatos a diputado del PUSC solo piensan en llegar a la Asamblea Legislativa y se negaban a trabajar por él “aunque al partido se lo lleve el diablo”.
“Y rabia es lo que siento cuando sé que mis detractores le informan al candidato oficial (Johnny Araya, del PLN) que harán lo posible para que no gane las elecciones. Desilusión es lo que siento cuando la gente que puede contribuir a la campaña, se niega a hacerlo, presionada por quien pensó que mi candidatura sería, no para ganar, sino para resucitar al Partido y allanar el camino para que sea otro el candidato en el 2018”, dijo en el comunicado.
Anoche, consultado por La Nación en su casa, Hernández se negó a dar nombres. Sobre los candidatos a diputado, dijo: “Pregúntenselo a ellos. Lo que puedo decirles es que una casa dividida no perdura. Les agradezco que, ahora, respetemos la privacidad de mi casa”.
Rafael Ortiz, candidato a diputado por Alajuela, negó que los aspirantes al Congreso no trabajasen por Hernández. Araya, en tanto, negó tener informantes en la Unidad.
El médico ocupó el segundo lugar en la encuesta de Unimer para La Nación , elaborada en setiembre. Él alcanzaba hasta un 10,6% de apoyo y Araya hasta un 27,5%.
Varios hechos precedieron la crisis. El martes, renunciaron Rolando Laclé, Danilo Chaverri, Gonzalo Fajardo y Jorge Guardia al comité de estrategia por desacuerdos con el jefe de campaña, Humberto Vargas, cercano al expresidente Rafael Ángel Calderón.
Días atrás, el diputado Luis Fishman dio su adhesión a Araya, al tiempo que afloraban de nuevo las deudas del Partido con la CCSS.
Rodolfo Piza, candidato a vicepresidente, se reunió anoche con amigos y el jefe de fracción del PUSC, Rodolfo Sotomayor. Él no descarta asumir la candidatura, pero insistió en que pedirá a Hernández reconsiderar su renuncia.
Piza afirmó que había divergencias entre el comité estratégico y el jefe de campaña, pero no creía que estas fuesen insuperables.
Calderón dijo desconocer quién puede sustituir a Hernández y teme un alejamiento de las raíces calderonistas. Colaboraron Andrea Rodríguez y Gerardo Ruiz