El excandidato del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Rodolfo Hernández, llegó a las 5: 20 p. m. a su casa en La Paulina de Sabanilla para cerrar definitivamente el capítulo de su aspiración presidencial.
"Esto ha sido muy duro para todos nosotros. Les pido que respeten ahora la privacidad de mi casa", dijo Hernández en unas breves declaraciones a los pocos medios reunidos ahí.
El excandidato evadió detallar quiénes fueron, entre sus colaboradores, los que constantemente promovían que la gente no votara por él. Añadió que sus razones para dejar la candidatura presidencial del PUSC "están muy claras", en la carta que hizo circular su asesor de prensa esta tarde.
"Soy un hombre de palabra, aunque ustedes no lo han creído. Yo representaba una alternativa de cambio para Costa Rica y a todos los que creyeron en mí los voy a llevar en corazón", mencionó.
En su regreso a su casa de habitación, Hernández llegó acompañado de Carlos Araya Guillén, uno de los dirigentes calderonistas del PUSC.
Una hora antes, había llegado a su casa su esposa, seguida por un constante vaivén de colaboradores de la campaña.
El excandidato envió todo su agradecimiento para las personas que sí lo apoyaron y aseguró que durante los 150 días de proselitismo electoral, logró conocer más a profundidad las necesidades de los costarricenses de bajos recursos.
"Si me necesitan como médico y como ser humano, siempre voy a estar disponible", cerró el doctor y de inmediato despidió a todos los medios.