La presencia de los sindicatos en la Asamblea Legislativa ya no se limitará a las manifestaciones que desembocan al frente del edificio principal del Congreso.
Entre los nuevos diputados figuran dirigentes gremiales de los educadores y del sector energía, así como varios amigos de las organizaciones laborales en las filas del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC).
Se trata de ocho legisladores que, además de temas partidarios y particulares, impulsan una agenda sindical que ya tiene como prioridad la reforma al Código Procesal Laboral.
Dicho plan fue vetado por el gobierno de Laura Chinchilla, en octubre del 2012, al argumentar que permite las huelgas en servicios básicos esenciales, como la seguridad pública y la salud.
Gremios en la sangre. En el partido Frente Amplio son sindicalistas los diputados Ligia Fallas, Carlos Hernández y Jorge Arguedas.
Fallas es secretaria de organización de la Central de Trabajadores Rerum Novarum y miembro del Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC).
Mientras tanto, Hernández presidió la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE) y Arguedas dirige la Asociación Nacional de Técnicos y Trabajadores de la Energía y las Comunicaciones, del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Pero en el PAC también corre sangre sindical.
Henry Mora, actual presidente del Congreso, no solo milita en el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional (Situn), sino que además ha trabajado con la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP).
Una de las primeras acciones que realizó Mora, tras ganar la silla principal del Directorio legislativo, fue visitar la ANEP para reiterar su amistad y anunciar que la reforma al Código Procesal Laboral será prioridad para su partido.
Entre tanto, Marvin Atencio es presidente de una filial del Sindicato de Profesionales en Ciencias Médicas de la Caja Costarricense de Seguro Social (Siprocimeca).
Completan la “bancada sindical” los diputados Ronal Vargas, del Frente Amplio, quien colabora con el Bloque Unitario Social y Sindical Costarricense (Bussco) y el cooperativista Víctor Morales.
Jorge Arguedas dijo que la legisladora Marcela Guerrero, vicepresidenta del Directorio, también ha estado cerca del movimiento.
Entre agenda y dudas. Arguedas mira en el futuro la consolidación de un bloque de los ocho diputados sindicalistas y la conformación de una agenda para mejorar la legislación laboral en el país.
Al respecto, el frenteamplista Carlos Hernández detalló que buscarán llenar el vacío que hay para cumplir con el salario mínimo y combatir las condiciones inadecuadas de trabajo.
“El sector sindical se ha satanizado, porque solo se relaciona con huelgas, pero nuestro objetivo es la defensa de los derechos laborales y sociales”, sostuvo la diputada Ligia Fallas.
La existencia de este corriente sindical genera distintas reacciones en el alto de Cuesta de Moras.
Sandra Piszk, diputada del Partido Liberación Nacional (PLN) y exministra de Trabajo, espera que sea un bloque con el que se pueda dialogar.
“Esta es la Asamblea más fraccionada de la historia, se requiere gran diálogo nacional. En el pasado hubo mucho filibusterismo”, aseveró Piszk.
Mientras, el libertario Otto Guevara ve más presencia sindical que nunca y teme el resurgir de una agenda prejuiciosa contra el sector productivo.
“Están en contra del sistema de salario único en el sector público y podrían promover los sindicatos en el sector privado”, dijo.