El presidente Luis Guillermo Solís hará su visita oficial a Cuba con una delegación de 31 funcionarios públicos, pero ni Casa Presidencial ni la Cancillería suministraron los montos que consumirá la gira.
El mandatario viajará a La Habana este domingo 13 y regresará el día 15. Va con la primera dama, cinco ministros, cinco diputados de cinco partidos, un viceministro, tres autoridades universitarias, el director de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) y 15 funcionarios más.
La Nación consultó este martes a Casa Presidencial por los costos del viaje, pero solo se respondió que el Gobierno asume los gastos de los legisladores.
Al mediodía, tras la sesión del Consejo de Gobierno, se le consultó de nuevo al ministro de la Presidencia, Sergio Alfaro, y a la segunda vicepresidenta, Ana Helena Chacón. El primero remitió al canciller Manuel González y la segunda ni siquiera encendió su micrófono.
Por la tarde, González contestó: “Ni idea de costos, no tengo la menor idea, ya solo me falta que me pregunten cuánto cuesta la luz del Ministerio. O sea, no tengo la menor idea, no me toca a mí eso; para eso hay una parte administrativa.
”No es cierto que no esté debidamente justificado, por lo menos desde la perspectiva que lo hemos analizado, que cada una de las personas que están ahí, sobre todo del nivel de jerarcas, deban estar. Es absolutamente normal que un ministro viaje con un asistente o con alguna persona encargada de los aspectos que quiera tocar”.
Alega hito. El canciller alegó que esta es una visita diferente a todas las anteriores, pues es la primera oficial desde la administración de Rafael Ángel Calderón Guardia (1940-1944): “No es solo de relaciones diplomáticas, sino que busca dejar sembrado el trabajo a continuar de inmediato en áreas de salud, deporte, negocios, tecnología, turismo y educación”, aseguró.
Detalló que, por ejemplo, la primera dama llevará una agenda aparte, por lo que la acompaña su propia periodista.
El tamaño de la delegación despertó críticas que incluso “tocaron” el trámite legislativo del presupuesto extraordinario del Gobierno.
“Una delegación de más de 30 personas no es visita... es invasión”, sostuvo, por su parte, el expresidente Abel Pacheco, al afirmar que las suyas eran mínimas.
En mayo, para una gira de promoción de inversiones a Estados Unidos, Solís llevó a cinco altos funcionarios, aparte del personal de apoyo. Esta vez lleva 16.
Pero el canciller insistió en defender el grupo acompañante.
“No me parece que sea un gran desplome ni gran calamidad que en una ocasión se le da importancia a esta visita, desde el punto de vista del restablecimiento pleno de relaciones con este país”, dijo.
El presidente del Congreso, Rafael Ortiz, comentó que él recibió la invitación de la Presidencia de la República para incluir en la lista a cinco diputados, pero que él dejó la decisión en manos del comité legislativo Amigos de Cuba, coordinado por Jorge Arguedas, del Frente Amplio.
La congresista Nidia Jiménez declaró que, en su caso, no podía viajar de otra forma, pues el Código de Ética del PAC le impide salir del país con recursos de la Asamblea Legislativa.
Alberto Salom, rector de la UNA, dijo que sus gastos los asume el Consejo Nacional de Rectores (Conare), el cual tampoco suministró los montos.
“Cuba nos interesa particularmente en el marco de la descongelación de las tensiones que quedan de la Guerra Fría (...). Vamos a hacer un convenio marco y en el caso particular de la UNA, haremos un convenio con la Universidad de Santiago sobre salud alternativa y una carta de entendimiento con la Universidad de La Habana para establecer un centro de educación superior en Limón enfocado en atletas de alto rendimiento, impulso a la música afrocaribeña, la danza, los idiomas y el turismo”, adelantó.
La lista total de viajeros se completa con 35 personas más de una misión empresarial.