Dijo que no quería asustar con visiones apocalípticas, pero ayer miércoles, el presidente Luis Guillermo Solís advirtió de que ve al país sumido en un caos político y social si no se aprueba una reforma fiscal durante su administración.
Este miércoles, en el auditorio del Poder Judicial, Solís auguró que de no ocurrir un aumento en las tasas de los impuestos de ventas y renta, el próximo gobierno afrontará un déficit fiscal del 8,5% del producto interno bruto (PIB), a partir del 8 de mayo del 2018.
La cifra es muy superior al 6,2% estimado por el Banco Central para el cierre del 2016.
Según el mandatario, una situación fiscal de esa índole provocaría “una condición indeseable” en la cual el país se sumiría en un “mar de miseria, turbación social, retroceso institucional y caos político”.
Solís trajo a colación el tema durante 14 minutos y medio, después de iniciar su discurso sobre la reforma al Código Procesal Civil, que firmó ayer en un acto al que asistieron los presidentes de la Corte y de la Asamblea Legislativa, Zarella Villanueva y Rafael Ortiz.
Es la segunda vez que Solís habla de tributos en un acto oficial. También lo hizo al firmar la Reforma Procesal Laboral.
“Pocas veces ha habido tanta conciencia como ahora en torno a la conveniencia de una reforma fiscal que al menos permita el inicio de una fase de expansión económica sostenible”, afirmó el gobernante.
¿Exagera? El exministro de Hacienda Édgar Ayales (2012-2014), coincidió con Solís en que el déficit llegaría a un 8,5% del PIB en el 2018 si la actual administración no controla el gasto, debido al aumento automático en las remuneraciones.
“El presidente usa un lenguaje fuerte, pero creo que una crisis financiera severa sería inevitable”, afirmó.
En cambio, Luis Diego Herrera, economista del Grupo Financiero Acobo, afirmó que las estimaciones de déficit del Banco Central no contemplan porcentajes ni siquiera cercanos al 8,5%. “Lo que afirma el presidente es alarmante. ¿De dónde saca el 8% que menciona? En un escenario, muy, muy malo, se podría dar. ¿Será que está previendo mayores gastos?”, cuestionó.
Herrera cree que ni siquiera los próximos vencimientos de deuda externa, que debe enfrentar el Gobierno, llevarían el déficit a las cifras dadas por Solís.