El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) validó este miércoles la decisión del Tribunal de Ética del Partido Liberación Nacional (PLN) de inhabilitar al excandidato presidencial, Johnny Araya, de participar de cualquier actividad política dentro de la agrupación durante cuatro años.
Según el letrado del TSE, Juan Luis Rivera, los magistrados rechazaron hoy a las 12 m. d. el recurso de amparo que presentó Araya contra esa sanción, tras concluir que el proceso se ejecutó apegado a la ley y que no hubo ninguna violación.
"El TSE después de analizar los argumentos que formula don Johnny en su recurso, estableció que no procedía y declara sin lugar el recurso, entendiendo que los argumentos que esgrimía don Johnny no eran válidos y que la sanción no infringía los principios que él aludía en el recurso", explicó el funcionario.
Araya había aducido que le estaban violando su derecho a participar en política, que no existe un reglamento en el PLN sobre procesos sancionatorios y que la conducta que le reprochan no estaba prevista en ninguna norma del estatuto de la agrupación. Esos tres alegatos fueron rechazados.
El castigo del Tribunal de Ética verdiblanco se dictó desde el pasado 9 de diciembre, con el argumento de que faltó a la ética al abandonar a la agrupación en medio de la contienda electoral, como así lo anunció Araya el 5 de marzo del 2014, un mes antes de la segunda ronda.
Ese órgano partidario emitió la suspensión tras una denuncia que presentó la dirigente Kyra de la Rosa, quien consideró que el retiro de Araya "llenó de vergüenza al partido".
Sin embargo, la sanción había sido suspendida temporalmente por el TSE, hasta el día de hoy, que fue ratificada por el mismo Tribunal, tras rechazar el recurso de amparo electoral.
La inhabilitación de Araya de participar en política desde la trinchera del PLN vencerá hasta el 2019, con lo cual se vería truncada la posibilidad de postularse el próximo año nuevamente como candidato al puesto de alcalde de San José, que ya ejerció por más de dos décadas. Así como la opción de repetir sus aspiraciones de ser presidente de Costa Rica en el 2018. El verdiblanco no había descartado ninguno de esos dos escenarios.