El Tribunal de Apelaciones de lo Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda dejó en firme la orden girada al Banco de Costa Rica (BCR) para que restituya en su planilla al subgerente general, Guillermo Quesada Oviedo, quien fue despedido por faltas graves.
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Los jueces rechazaron, el viernes pasado, la apelación interpuesta por el apoderado especial judicial del BCR, Mauro Murillo, en contra de la decisión del Tribunal Contencioso Administrativo, el cual había concluido que, sin su salario de ¢10 millones brutos, el funcionario destituido no podría costear la manutención de tres de sus seis hijos y se les podría causar un "daño grave".
“Por mayoría, por las razones dadas, se confirma la resolución venida en alzada”, señala el por tanto del fallo, el cual facilitó a La Nación la oficina de prensa del Poder Judicial.
Sin embargo, la sentencia integral donde se especifican las razones que pesaron para que el Tribunal de Apelaciones, por mayoría, rechazara la apelación del BCR todavía no es pública, debido a que las partes no han sido notificadas, informó esa misma dependencia.
La reinstalación de Quesada se ordenó el pasado 17 de agosto como medida cautelar, mientras se resuelve la denuncia que él presentó ante el Contencioso Administrativo, en la que pide la anulación del proceso administrativo que condujo a su destitución.
A principios de año, la junta directiva del BCR, por unanimidad, acordó cesarlo sin responsabilidad laboral por pérdida de confianza, tras concluir que violó en cuatro ocasiones el Código de Ética Corporativo del Banco.
Por el fondo. La restitución del subgerente general estará en vigencia, al menos hasta que se resuelva el caso por el fondo, etapa en la cual se determinará si él cometió las cuatro faltas graves que le achaca la directiva de esa institución financiera.
En específico se le cuestiona que haya intercedido en favor de un hermano afectivo y su pareja para obtener un crédito de vivienda aunque no cumplía los requisitos, y que les autorizara una serie de exoneraciones que ya no estaban vigentes. Los libró de pagar los honorarios y el avalúo.
También, se le atribuyó haber otorgado dos préstamos, vía tarjeta de crédito, a una empresa que había sido descalificada por una comisión de crédito interna.
El tercer hecho fue haber autorizado el traslado de una sucursal en Alajuela, de un centro comercial a otro, en una servilleta y sin los trámites previos.
Y por último, se le achaca haber ampliado el arrendamiento de un hotel propiedad del BCR a un inquilino que una comisión institucional había desechado y catalogado de incómodo porque, incluso, amenazó con desmantelar el inmueble ubicado en Liberia, Guanacaste.
El director jurídico del BCR, Eduardo Ramírez, dijo que ellos esperaban que la apelación fuese aceptada y que desconoce las causas por las cuáles fue rechazada.
“En cuanto a las consideraciones de fondo (sentencia completa) que justifican esa decisión, el Tribunal se tomó un plazo de cinco días hábiles para su notificación”, dijo Quesada.
Y agregó: “Se debe aclarar que la resolución antes indicada es respecto a una solicitud de medida cautelar, no del proceso de fondo, el cual debe ser tramitado para determinar las faltas graves y pérdida de confianza que motivaron su despido”.
Este medio intentó obtener una versión del abogado de Quesada, José Pablo Badilla; no obstante, no respondió a las llamadas hechas a su teléfono celular ni respondió el mensaje de texto enviado.