Welmer Ramos, exministro de Economía de este gobierno, explica las medidas que tomó para regular la importación de cemento en Costa Rica, así como su participación en una reunión efectuada, en abril del 2015 en Casa Presidencial, en la que conversaron sobre este producto un importador de cemento chino y el presidente Luis Guillermo Solís.
Ramos, exprecandidato del PAC, defiende su participación desde el punto de vista técnico y de política económica.
El economista se refirió al asunto en momentos en que los diputados hacen investigaciones en torno al crédito de $20 millones que el Banco de Costa Rica (BCR) le otorgó al empresario Juan Carlos Bolaños para importar cemento chino de la marca Sinocem, en el 2015.
En la junta directiva del BCR, un director denunció un supuesto audio en el Bolaños conversa con el subgerente bancario, Guillermo Quesada, sobre una presunta violación al secreto bancario del crédito.
El diputado Morales Zapata y el presidente de la CNE confirman reuniones con usted en abril del 2015 en Casa Presidencial, luego del impulso de tres diputados de la Unidad.
A mí me convocan, hay un asunto en el cual yo soy el ministro que hace un reglamento técnico.
¿Ya usted había hecho el reglamento?
Sí, ya era un asunto de interpretación del reglamento.
¿Por qué hace usted ese reglamento?, ¿qué lo motiva?
Desde el año 2011, la fracción del PAC estaba presionando al Ministerio de Economía, porque hay un duopolio del cemento, y el precio del cemento va creciendo mucho. Para ese periodo (2011) había crecido un 25% más o menos. Entonces, yo, siendo asesor legislativo, vi que el cemento en el país era un 35% más caro que en El Salvador, eso encarece enormemente la vivienda en Costa Rica, principalmente la popular. Entonces, don Gustavo Arias (exdiputado) y don Manrique Oviedo (exdiputado) mandan las cartas que yo escribo al Ministerio de Economía diciendo 'ojo con el precio del cemento, mándenos información'.
¿Usted, siendo ministro, retomó las gestiones que había hecho siendo asesor?
Cuando yo llego a ministro, habiendo dicho eso como asesor legislativo, porque la carta es mía, yo retomo el tema, porque yo soy ministro de Economía. Soy economista, sé de los casos de duopolios y entonces digo 'esto hay que despegarlo'. Y lo primero que hago es decirle a la oficina de Reglamentación Técnica que revisen esos reglamentos y los comparen con los que tienen países como Chile o México, Argentina. Entonces, ellos agarraron 13 reglamentos técnicos, y ninguno de ellos tenía vencimiento del cemento en 45 días.
¿El vencimiento del cemento era exclusivo de Costa Rica por regulación interna?
Sí, de 45 días, y 45 días era más o menos lo que duraba en producirse, empacarse, enviarse a puerto, ponerlo en un barco y traerse aquí. De esa manera, aquí no podía haber un mercado abierto de cemento. Ahí yo no estoy pensando en qué marca es ese cemento ni de dónde viene. Lo que queremos es hacer apertura.
¿Usted tenía los estudios que determinaban que el cemento en realidad no caduca en 45 días?
Diay claro, estaban los reglamentos técnicos de los otros países. Estaba también lo que dice Holcim, por ejemplo, y tengo las páginas de eso...
¿Lo que dice Holcim en otros países?
No, lo que dice Holcim en Costa Rica. Yo tengo lo que tenía Holcim pegado en su página, donde dice que el cemento es un material que puede durar años en buenas condiciones si se almacena en condiciones idóneas.
¿Cuándo empieza a trabajar en el reglamento?
En 2015, creo, a principios. Yo doy la orden, no sé en 2014. Ya en 2015 me ponen a mí el asunto en el escritorio, la oficina de Reglamentación Técnica.
Eso coincide con la aparición de Juan Carlos Bolaños en el escenario del cemento.
El asunto es que siempre se ha importado cemento, para que lo sepa. Siempre se ha importado cemento y en cantidades de 80.000, 60.000 toneladas. Usted puede pedirle el dato a Hacienda. Lo que pasa es que lo metían camufladillo, pero ahí está. Si usted le pide las estadísticas de importación de cemento a Aduanas; Aduanas le va a decir que siempre ha entrado cemento, ¿me explico? Porque aquí había empresas constructoras que, cuando iban a hacer una obra grande, entonces les salía más barato, a veces, traer el cemento de afuera que comprarlo aquí, y entonces lo traían. Lo que pasa es que no lo podían vender a granel, eso es lo que estimo, porque no puedo decir lo que pasó antes. Yo no hago el reglamento, lo modifico.
¿Y Bolaños?
Este otro señor (Bolaños), por lo que entendí, estaba haciéndole una obra a la Comisión Nacional de Emergencias.
El dique de Nosara.
Ese dique de Nosara, estaba haciendo alguna obra de esas y, entonces, seguro, le cayó de perlas traer cemento para vender, porque le salía más cómodo que comprarlo aquí, supongo. Entonces, él (Bolaños) llega con el cemento a puerto, pero se le advierte que tiene que cumplir con un reglamento técnico. El reglamento técnico tiene una serie de normativas que son de calidad del cemento (ya se había reformado en del límite de los 45 días), ya ahora no es el vencimiento, sino de la calidad. El cemento tiene que demostrar que no puede tener metales pesados que perjudiquen la salud, que debe tener algún grado de resistencia, para garantizar las obras.
"Entonces llega con ese cemento a puerto, y el tema es que las otras cementeras se le vienen encima y le dicen que no puede descargar el cemento porque tienen que demostrar la calidad de ese cemento, y entonces es donde se viene una discusión grande entre ellos, y vienen las cementeras a reunirse conmigo, viene la Cámara del Cemento (Instituto de Cemento).
Sin embargo, no todos los empresarios de este país tienen la facilidad de que les abran las puertas de Casa Presidencial para hablar con el Ministro de la Presidencia, el Ministro de Economía y el Presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
No, no, no, viera que sí, viera que sí, es muy dado de que alguien que tiene un problema quiera hablar con el presidente, y entonces va a hablar con el presidente. Un carajo que tiene... no crea, este gobierno ha sido así. Si alguien está teniendo problemas, ese carajo cree que entre más arriba va a hablar, se lo solucionan todo, y eso ha sido bastante normal, de que se hable, no crea que no.
Si una empresa X estaba con un problema para meter un producto aquí, y le parecía que estaba siendo mal aplicado el reglamento técnico, iba y de inmediato aquí..., los cebolleros van a hablar con el Presidente, los paperos van a hablar con el Presidente, después de hablar conmigo y hablar con Felipe (Arauz, ministro de Agricultura), y piden una cita con el Presidente y se les da, viera qué montón. (de reuniones).
¿Usted sintió presiones?
No, eso se da siempre, cuando hay alguna cosa que, por ejemplo, usted frena una importación de cebolla porque viene con algo...
Y se vienen los importadores a reclamar.
Sí, entonces se vienen ellos, y Juan Carlos Bolaños poniendo alegatos y demás, pero era en el plano de Derecho, porque no lo dejaban desembarcar y demás y, estando en ese marco, a mí me convocan a una reunión y voy a la reunión y era el tema con Iván (Brenes, de la CNE), yo fui a la reunión, no sentí presión, fui a ver qué era el asunto. Él (Bolaños) tenía el alegato de que no había un laboratorio certificado que le pudiera hacer las pruebas al cemento de él, porque en alguno de los ítems del reglamento, usted tenía que detallar la cantidad exacta de componentes, pero no es que un laboratorio te haga el análisis, es que los laboratorios deben estar acreditados por órganos especializados de los países, y él no encontraba alguno que le pudiera hacer eso, y ese era el alegato.
¿Cómo resolvieron el asunto?
Vinieron (el departamento) Legal y el Lacomet (Laboratorio Costarricense de Metrología), el laboratorio de metrología del Ministerio. Y se dijo: 'Aquí lo que hay que inspeccionar es a todos, y no a uno, para ver si todos están cumpliendo con el reglamento'.
¿Y qué pasó?
Si usted inspeccionaba solo a uno, sería injusto, y entonces, vienen ellos y dicen: 'Nosotros nunca hemos hecho inspección, o el Ministerio, nunca había hecho verificación de mercado (de la calidad del cemento), y resulta que ninguno cumplía, porque los laboratorios que tenían no estaban certificados en todas las pruebas. Así que, cuando llegan los técnicos y me plantean eso en el escritorio, me dicen que hay un problema, porque salimos al mercado y, si usted sale a hacer verificación de mercado, no puede verificar a Esteban Mata, y no hacerlo con Welmer, pero entonces, ninguno cumplía, eso sí, cumplían con las pruebas básicas de resistencia, ambiente y metales pesados, pero todas las otras carajadas no las cumplían, que eran unas 15 o 16 pruebas, que en ningún país se pedían, incluso, pero aquí se pedían.
¿De cuándo es ese reglamento, a quién se le ocurrió hacerlo?
Del 2004 o 2005 creo, pero había una serie de pruebas que no tenían nada que ver, no estaban en otros reglamentos y muchas de ellas decían, por ejemplo, 'berilio' y exigía una prueba, pero no venía ningún límite, no tenía parámetros. Entonces, cuando le pedimos al Lacomet y al Lanamme ( Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales) que qué era eso, nos dijeron que no tenía sentido. Estaba malo. Entonces, lo que yo hice fue una resolución (de modificación al reglamento) porque no podíamos decir que al no cumplirse el reglamento, no se podía dejar al país sin cemento. Lo que dijimos fue que se debían levantar por seis meses las pruebas que no se podían aplicar, y debe haber una resolución general para esto, y otra para el cemento que estaba trabado en Aduanas.
Entonces fue así como se permitió el ingreso del cemento.
En ese marco, en esos días, porque los carajos son intensos todos, usted sabe lo que es ser intenso: las cementeras decían una cosa, querían decir una cosa, se venían, el otro también, y le cuento coloquialmente lo que pasó: en ese marco es cuando se hace eso, de esa manera, totalmente transparente, porque yo nunca me quise reunir con nadie a solas. Me reuní con todo el equipo de departamento Legal, con el equipo de Reglamentación Técnica, y con ellos, y es más, a veces era tal la cantidad de documentos que tiraban que no debía verlos sino al final, casi todos los días ponían un recurso nuevo, una querella, un recurso de amparo, y en ese marco fue que se dio eso.
¿En este momento cualquier empresario que quiera importar cemento puede entrar?
Claro que sí, si quiere entrar y cumple con los requisitos, ahora sí puede entrar, eso es así de transparente. Los reglamentos ya se limpiaron las cosas espurias que tenían, y ahora es muy parecido al que tiene California o México.