Resuelta la duda sobre el candidato de Liberación Nacional, otros ocho políticos en cuatro partidos luchan por ser el rostro en la papeleta presidencial de las elecciones del 4 de febrero del 2018.
Los duelos son los siguientes: Carlos Alvarado y Welmer Ramos en Acción Ciudadana (PAC); Edgardo Araya y Frank Camacho en el Frente Amplio (FA), mientras en la Unidad Social Cristiana (PUSC) se enfrentan Rodolfo Piza y Rafael Ortiz. Por último, en el Movimiento Libertario (ML) aparece la única mujer: Natalia Díaz, que trata de arrebatarle el liderazgo a Otto Guevara.
A menos de un año para votar, las agrupaciones con mayor representación legislativa (PLN, PAC, FA y PUSC) esperan resolver el mosaico electoral a más tardar en julio, para dejar de batallar a lo interno y darle fuego la campaña que pondrá en la Presidencia al sucesor de Luis Guillermo Solís.
Se trata de un proceso atípico, pues es primera vez que hay procesos de elección de candidatos en cinco partidos, al menos desde la vigencia de la Constitución Política de 1949.
Fechas y nombres. Las reglas varían en cada estatuto partidario, pero la causa común es presentar la papeleta completa antes del viernes 20 de octubre, fecha en que vence el plazo que otorga el artículo 148 del Código Electoral para la nominación de candidatos.
En el oficialista PAC y en el PUSC se podrá hacer una afiliación directa al momento de la votación.
La elección se dará con una convocatoria abierta al padrón electoral del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), tal y como lo hizo el PLN en su proceso, el pasado 2 de abril, cuando eligió a Antonio Álvarez como su candidato.
La convención de Acción Ciudadana está programada para el 9 de julio, y enfrentará a dos exministros de la presente administración.
En una esquina, Carlos Alvarado, de 37 años, periodista y máster en ciencias políticas, quien se desempeñó como ministro de Trabajo. En la otra, el economista y exministro de Economía, Welmer Ramos, de 56 años, también salido del gabinete de Solís.
Alvarado apuesta por “defender el cambio” que, según dice, llegó al país de la mano del primer gobierno del PAC, mientras que Ramos es más cercano a la línea llamada “fundacional” del partido, cercana al legislador Ottón Solís.
En el Frente Amplio, la elección no se dará con el padrón del TSE, sino que se limitará a una escogencia de la Asamblea Nacional del partido pactada para el próximo 7 de mayo, aunque esta fecha podría variar.
En este caso los aspirantes son los diputados Frank Camacho y Edgardo Araya, actual jefe de bancada. Ambos aseguran que desarrollarán una precampaña de pocos recursos económicos, pero con fuerte entusiasmo de sus bases.
En la Unidad, la lucha se ha dejado ver con más fuerza. Esta semana, Rodolfo Piza inauguró su casa de campaña con un discurso conservador y de raíces católicas, al punto de que llevó a un sacerdote para hacer la bendición de su propuesta política.
En el caso del diputado Ortiz, su contendor, éste se aferra al discurso socialcristiano de equidad y erradicación de la pobreza, anclado a la imagen de Rafael A. Calderón Guardia.
Esta elección se realizará el 4 de junio, con un padrón abierto en todo el país.
En el Movimiento Libertario, el proceso será con un padrón cerrado, mediante el voto de los afiliados al partido.
Hay plazo máximo al 30 de abril para apuntarse en la lista y el 16 de julio se hará la elección entre los libertarios, que tendrán un centro de votación en la cabecera de cada cantón.
Guevara, actual diputado y fundador de ese partido, dice que aún no ha entrado con fuerza en campaña, en vista de que está trabajando de lleno en el Congreso y acompañando a su dirigencia en el proceso de renovación de estructuras.
Esta es la primera vez que alguien le planta competencia a Guevara, quien enfrenta su quinto proceso electoral.
La publicista de 32 años, Natalia Díaz Quintana espera sorprender y se siente segura de su labor con las bases libertarias.
La oferta está puesta sobre la mesa, por lo que ahora vendrán meses en los que se definirá la papeleta presidencial que marcará el futuro del país.