Un nutrido grupo de galleros protesta desde el mediodía en la avenida central, frente a la Asamblea Legislativa, en contra de la Ley de Bienestar Animal que aumentaría las penas contra quienes promuevan y realicen las peleas de gallos.
En medio de consignas a favor de tradiciones como las apuestas o "juego de gallos", la lagarteada, el "chancho encebado" o las carreras de cintas con caballos, los galleros se confrontaron con los defensores de la ley contra el maltrato animal, o animalistas.
Según algunos de los manifestantes, la ley descabezaría las tradiciones del país. Alexander Pinto, de la Asociación Nacional de Criadores de Gallos, dijo que las peleas de gallos nunca han estado penalizadas, sino las apuestas con juego de gallos.
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Roberto Vega Chanto, uno de los galleros, alegó que el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) quiere "matar" a los animales que se juegan en las peleas, que considera "una pasión que llevamos todos los costarricenses".
German Vega aseguró que entre los diputados que más los han ayudado con su posición en contra de la legislación están Ottón Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC), y Otto Guevara, del Movimiento Libertario.
"La ley decapita a todo el mundo, pero la gente de los toros, de las montas y las corridas no han interpretado la ley", aseguró Pinto.
Entre los gritos que crecieron conforme se pusieron los animalistas en frente a los galleros, se oían consignas como "asesinos", "delincuentes" y otras acusaciones. Los venidos de Nicoya, Guápiles, San Carlos y Pérez Zeledón les respondían que ellos eran galleros y no delincuentes.
La iniciativa de ley establece castigos para los que maltraten animales y la penalización de los espectáculos públicos o privados donde mueran o se pongan a combate animales.
En el nuevo texto quedó establecida la excepción del castigo de prisión para las personas que utilicen animales para la actividad productiva y los que realicen espectáculos públicos que cuenten con los debidos permisos.
El proyecto impone prisión de seis meses a dos años para quienes maltraten físicamente a los animales, promuevan o realicen peleas, entre otros actos.
Para quienes maten al animal, de seis meses a tres años. Además, multa con uno o dos salarios base (¢400.000 u ¢800.000) a quienes tengan sus mascotas en pésimas condiciones y no recojan los excrementos que sus animales dejen en sitios como parques y calles.
De igual forma, la pena para quien practique el bestialismo (definido por la Real Academia como la "relación sexual de personas con animales") será de seis meses a dos años.