La candidatura de Juan Luis Jiménez Succar para presidente del Congreso se tambalea de forma vertiginosa, a un día de que se elijan las nuevas autoridades en la Asamblea Legislativa.
Anoche, el aspirante del Partido Liberación Nacional (PLN) ya había perdido el apoyo de cinco de sus copartidarios, en medio de las negociaciones que Jiménez Succar intenta mantener con los otros partidos de la oposición, los cuales piden puestos y apoyo a sus agendas.
La crisis verdiblanca llegó al punto de que hoy a las 11 a.m. los legisladores están citados para evaluar la situación. El resultado de esa reunión será llevado a otra cita, esta vez con los aliados de la oposición, para que se valore la candidatura de Jiménez.
La alianza opositora, que el año pasado eligió a Rafael Ortiz como presidente legislativo, está compuesta por el PLN, la Unidad Social Cristiana (PUSC), el Movimiento Libertario, Alianza Demócrata Nacional, Restauración Nacional, Renovación Costarricense y ahora, el Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE).
Los jefes de estas bancadas le exigen a Jiménez que demuestre que tiene el apoyo de al menos 15 de sus 17 compañeros.
Gerardo Vargas del PUSC, y Mario Redondo de Alianza Demócrata, manifestaron que Jiménez debe demostrar el apoyo de sus compañeros para garantizar que en el futuró habrá votos para una agenda común.
“Si no puede demostrar el apoyo de sus compañeros, eso pone en riesgo la agenda”, dijo Vargas.
Hasta anoche, estaba claro que los diputados Ronny Monge, Sandra Piszk, Marta Arauz, Rolando González y Karla Prendas, no han dado su apoyo a Jiménez, lo que lo pone contra la pared.
Distancia. Lejos de ello, la distancia y el enojo se ahondó ayer, luego de que Arauz reclamara públicamente a Jiménez por faltar al acuerdo de fracción que la ponía a ella como candidata a la vicepresidencia legislativa.
Lo anterior por cuanto trascendió que Jiménez Succar había negociado con el Movimiento Libertario dar la vicepresidencia al diputado José Alberto Alfaro.
Arauz reclamó lo que consideró una “falta de lealtad” de Jiménez, y anunció que ella sola podía lanzarse a la presidencia legislativa con una papeleta propia: “Creo que es desleal llegar a la fracción, hacer un acuerdo de voluntades para apoyar a un compañero y luego zafar la tabla”, dijo Arauz.
Jiménez niega la oferta a Alfaro, y dijo que hoy se discutirá la candidatura de Arauz “para que la fracción decida”, manifestó.
Rolando González puso en duda la continuidad de la papeleta.
“Hay elementos que requieren análisis dentro de la fracción para determinar si se sigue con la misma candidatura o se replantea el nombre o la estrategia”, aseguró el congresista.
Las dudas revolotean alrededor de Jiménez Succar como abejones de mayo. Cada hora que pasa, el apoyo es menos. Así lo dejó claro la diputada Sandra Piszk.
“Reconozco que ganó la elección interna (como candidato a la presidencia). Cómo no lo voy a reconocer. Entre eso y que yo vote por él, es otra cosa”, dijo Piszk.
A su crítica situación de Jiménez, se suma ahora un fantasma del pasado, relacionado con un lío por la firma de una escritura que hizo siendo empleado municipal en 1990.
Este tema le genera más ruido al diputado josefino, quien dejó en manos de sus compañeros de bancada su futuro político.