Carolina Obregón sufrió un accidente en moto que la envió al Servicio de Urgencias del Hospital San Rafael de Alajuela.
Además de los golpes que tuvo, las penurias de Obregón se multiplicaron porque debió pasar ocho días sentada en una silla a la espera de que quedara una cama libre en el hospital.
Hasta hace poco, le cedieron una camilla en uno de los pasillos para que estuviera menos incómoda.
Mauren Guerrero protagonizó la misma historia a principio de año: estuvo más de una semana en una silla sufriendo de ataques de piedras en el riñón sin que apenas la volvieran a ver los médicos.
Así funciona el Servicio de Urgencias de ese hospital, responsable de atender a una población de 645.000 personas.
Al aumento de la demanda, que pasó de 300 a casi 400 casos diarios en ese servicio en los últimos tres años, se suma la falta de personal para dar abasto con esas atenciones.
Emergencias es una de las áreas en problemas en el Hospital San Rafael. También hay problemas en la atención de embarazadas y bebés, y falta personal para poner a funcionar los ocho quirófanos.
Esta crisis ya había sido advertida por funcionarios del mismo hospital y de la comunidad.
Acuerdo. Anoche, luego de 12 horas de negociación, delegados de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y de los gremios lograron un acuerdo.
A corto plazo, este año, la Caja dotará al hospital de un especialista en ginecología y otro en ginecología oncológica.
Para el 2016 la institución nombrará a otros especialistas según las prioridades del centro hospitalario.
Además, se realizará un estudio sobre las necesidades del centro médico de contar con más recurso humano.
Luego de este análisis, se dotarán de plazas de enfermería, auxiliares de enfermería, asistentes de pacientes, auxiliares de quirófano en los servicios prioritarios.
María Eugenia Villalta, gerenta médica de la CCSS, precisó que se reconocerá tiempo extraordinario en los servicios prioritarios, con el fin de que atiendan las áreas críticas.
Las demandas de los trabajadores se vienen arrastrando desde hace varios años . Prácticamente desde que se inauguró el nuevo edificio , hace una década atrás.
En ese entonces, un estudio técnico de la CCSS concluyó que se necesitaban, al menos, 647 plazas nuevas para que el nuevo hospital funcionara a toda su capacidad. Solo dieron 122, recordó el director médico, Francisco Pérez.
El dirigente de la Unión Nacional de Empleados de la Caja (Undeca), Carlos Báez, aseguró que este centro médico también se quedó corto en infraestructura.
El área de urgencias, por ejemplo, es insuficiente para la demanda diaria. “Estamos buscando una salida para desahogar ese servicio”, mencionó Báez.
Edwin Solano, presidente de la Unión Médica Nacional, reconoció que Alajuela llegó a un límite peligroso, donde se podría poner en riesgo las vidas de pacientes.
Previo al acuerdo, Villalta reiteró la disposición de analizar las demandas, mientras el gerente administrativo, Manuel León, prometió hacer un esfuerzo para ver qué se puede cumplir y qué no, pues no es tan fácil, dijo.
Hay alajuelenses, como Orlando Bermúdez Salas, de 53 años, que añoran la atención en el viejo hospital San Rafael. Para él, al menos, era más humana: “Este nuevo edificio es para que se diera una superatención; pero vea Emergencias; aquí todos están hacinados, todos revueltos: niños con ancianos, mujeres con hombres. Es inhumano”.