Unas 5.000 personas se infectan cada año con bacterias que atacan en los centros hospitalarios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
De las 20 bacterias con mayor presencia en el país, la número uno es la Pseudomona aeruginosa , que en el 2013 contagió a 728 personas, según los últimos datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica, de la CCSS.
Le siguen la Staphylococcus aureus (630 casos), la Klebsiella pneumoniae (539), la Escherichia coli (467), la Enterobacter cloacae (341) y la Staphylococcus epidermidis (261 personas).
La Clostridium difficile, que ha causado brotes importantes desde el 2009 en hospitales como el San Juan de Dios (San José), Monseñor Sanabria (Puntarenas) y Max Peralta (Cartago), está en esa lista de 20 agentes infecciosos, pero en el lugar número 17, con 79 casos en el 2013.
De acuerdo con datos a diciembre de 2014, este año se han reportado 423 casos de Clostridium . De esos, el 13,4% había ocurrido en el hospital de Puntarenas.
Las infecciones atribuidas a la atención en salud (Iaas) son uno de los principales temas en cualquier centro médico.
También se les conoce como infección hospitalaria o nosocomial, debido a que afectan a los pacientes durante su atención en tales servicios.
Se trata de una infección que no estaba presente en la persona o no se estaba incubando cuando ella fue admitida en el hospital.
Entre los impactos más importantes de estas infecciones figuran el agravamiento de las enfermedades, los internamientos más prolongados, la mortalidad de los pacientes y un aumento de los costos hospitalarios.
Rastreo. De acuerdo con Vigilancia Epidemiológica, la tasa de incidencia anual de infecciones en los hospitales es de 2,5 pacientes afectados por cada 100 egresos.
“En países desarrollados, la tasa llega a un 4% y en países subdesarrollados es de un 25%. Aquí de cada 100 egresos, tenemos tres infectados”, informó Xiomara Badilla Vargas, jefa de Vigilancia Epidemiológica.
Dicha tasa puede variar según el centro médico. Aquellos con más camas, tienen más posibilidades de tener una tasa superior.
La Nación intentó obtener el costo de atención de infecciones, pero ese dato todavía no se tiene centralizado, informó la Dirección Actuarial mediante la oficina de prensa de Caja.
El Hospital San Juan de Dios, epicentro de un brote de Clostridium difficile en el 2009, calculó que el costo adicional por paciente contagiado con esa bacteria fue de ¢7 millones.
Badilla Vargas asegura que el monitoreo de las infecciones hospitalarias se ha intensificado en los últimos años.
Por ahora, se concentra en hospitales y en los cuatro procedimientos de más riesgo seleccionados para vigilancia (llamados trazadores): ventilación mecánica, algunas cirugías (entre ellas, cesáreas), uso de catéter venoso central y de sondas urinarias.
En el 2014 se determinó que la principal fuente de infección en los hospitales de la CCSS son las heridas quirúrgicas, con un 39% de los casos.
Otras causas importantes son: uso de catéter venoso central (24% de los infectados), ventilación mecánica (20%) y tracto urinario (16%).
Más control. Según Xiomara Badilla, desde el 2006, la CCSS empezó a mejorar la notificación de los casos, cuya vigilancia antes era más local.
“Ahora entramos a la vigilancia de los factores de riesgo para ver causas. Luego le entramos a los costos y, por último, a la mortalidad”, explicó la especialista.
“La institución avaló iniciar la vigilancia de los factores de riesgo utilizando los cuatro trazadores. Este año, vamos a tener los primeros datos para identificar en dónde tenemos problemas y controlar las infecciones por esas causas”, manifestó Badilla.
Situaciones por las que han pasado hospitales como el San Juan o el Monseñor Sanabria han permitido fortalecer medidas. Entre ellas, el lavado de manos y la regulación del envío de antibióticos.