Buscar formas para que los trabajadores informales coticen para las pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), es uno de los desafíos prioritarios de la Caja, responsable de administrar el sistema de jubilaciones más importante del país.
En América Latina, alrededor de la mitad de toda la masa laboral tiene esas características y la situación costarricense no se aleja de ese perfil.
Empleados por cuenta propia, sin patrono fijo, con contratos a destajo, trabajando por horas o mediante sistemas como el teletrabajo, son los nuevos rostros del mercado laboral, advirtió ayer Gina Riaño Barón, secretaria general de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS).
Riaño reconoce que captar a esa población para que contribuya con los sistemas de pensiones, debería ser una de las metas de cualquier Estado.
Ella es una de los especialistas que participa en el seminario de análisis de las reformas a pensiones de América Latina, que se lleva a cabo desde ayer en el hotel Crown Plaza Corobicí, en San José. La actividad finaliza hoy y fue convocada por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con el fin de revisar las reformas a pensiones hechas en países como Uruguay, Argentina, España o Chile.
Actualmente, más de 1,4 millones de trabajadores cotizan para el IVM y 220.000 reciben sus beneficios como pensionados.
Proceso. La salud financiera del régimen de IVM está en un proceso de revisión desde el año pasado, cuando se contrató un estudio actuarial a una firma argentina . El estudio está en trámite.
La última reforma al régimen se hizo en el 2005. Con ella se buscaba, entre otras cosas, aumentar la cobertura de cotización en poblaciones laborales como las vinculadas con el sector informal de la economía.
De alguna forma, ese objetivo se ha ido alcanzando, dijo el gerente de Pensiones de la Caja, Jaime Barrantes.
Las acciones que se han ejecutado desde el 2005, destacó el gerente, han permitido elevar la cobertura contributiva más allá del 45% proyectado ese año. Esa cobertura, hoy, es de un 64% de la masa laboral.
“Estos resultados muestran que la reforma aprobada en el 2005 está dando sus primeros frutos, toda vez que las nuevas reglas del retiro por vejez dieron inicio para hombres y mujeres en el 2012, y sus efectos de reforma plena se deben esperar a partir del 2015”, dijo María del Rocío Sáenz Madrigal, jerarca de la Caja.
La actual Junta Directiva de la CCSS ha manifestado su interés de volver a hacer cambios. Lo que aún no se sabe es si se tocarán variables como la edad de pensión, el cambio en las cuotas o en los beneficios, expresó Sáenz .
“No estamos apostando a ninguna de ellas, en este momento. Lo que estamos haciendo es analizar las tendencias de otros países que enfrentan retos comunes, como el envejecimiento de la población”, agregó Sáenz.
El secretario del Centro Interamericano de Estudios en Seguridad Social (CIESS), Leonel Flores, reiteró la urgente necesidad de asegurar el retiro digno de todas las personas.
Para él, es fundamental que los países comiencen a incentivar en la población joven sistemas de ahorro, con miras a afrontar la vejez.
Jaime Barrantes manifestó que el país está en el momento oportuno para revisar el IVM. Las actuales autoridades, reiteró Sáenz, apuestan a fortalecer el régimen para asegurar a las personas el acceso a una pensión.