Para que la Caja le aprobara al hospital de Heredia más de ¢3.600 millones dirigidos a financiar un proyecto de cirugía vespertina, este centro de salud tuvo que demostrar, primero, una mejora en la gestión de quirófanos en jornada ordinaria.
Por ejemplo, elevó el tiempo de uso de cada uno de sus diez quirófanos, que pasó de un 37% de uso efectivo en diciembre del 2014, a un 65% en abril pasado.
En el San Vicente de Paúl, además, bajaron de un 20% a un 4% la suspensión de las operaciones por causas prevenibles, y se comprometieron a reducir el tiempo promedio entre operaciones de 30 minutos a 20 minutos, sin descuidar la seguridad de pacientes y personal.
Las autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) condicionan la aprobación de proyectos similares al cumplimiento de requisitos que aseguren un mejoramiento de la gestión quirúrgica en el día.
No van a pagar jornadas extraordinarias si la administración del tiempo, el personal y la capacidad física instalada no mejoran primero durante el tiempo ordinario (antes de las 4 p. m.). Esas condiciones son para evitar, entre otras cosas, que se repita lo que pasó en el 2014. Ese año, se cancelaron $6 millones para desahogar la lista de espera en cateterismo de los tres hospitales nacionales.
El dinero se desembolsó, pero poco después –en abril del 2015–, reventó la noticia de decenas de pacientes fallecidos en espera de ese procedimiento cardíaco y de cientos más aguardando una cirugía de corazón.
Cuando se revisó la lista, aún había enfermos del 2009 esperando a que los llamaran para el procedimiento.
Gestión, primero. Esa situación sirvió de experiencia para no pagar más por adelantado.
De hecho, cada “cinco” de esos ¢3.624 millones que se le girarán al San Vicente de Paúl en los próximos 20 meses para sacar a 7.000 heredianos de la lista de espera, se hará contra producción: operación que no se demuestre no se pagará, explicó el subdirector del hospital herediano, Mario Ruiz Cubillo.
Esto implicará, por ejemplo, que al personal que participe en estas jornadas de producción quirúrgica de 4 p. m. a 10 p. m., se le pague varias semanas después de realizado el trabajo y luego de pasar por controles que incluyen la revisión de expedientes y de las firmas que avalan la realización de cada procedimiento, explicó Priscila Balmaceda, asistente de la dirección médica del San Vicente de Paul.
Según la Gerencia Médica de la Caja, 10 de los 29 hospitales están ejecutando algún proyecto para desahogar listas.
El último dato de la espera quirúrgica registraba a 125.000 asegurados con tiempos superiores a los 90 días.
Otros 14 proyectos están en estudio para su aprobación. Todos son jornadas de producción pero en procedimientos como ultrasonidos, densitometrías y otras especialidades quirúrgicas, entre ellas, Neurocirugía.
Recientemente, la Junta Directiva de la CCSS le autorizó al Hospital San Juan de Dios un programa masivo, en el que estima sacar casi 25.000 procedimientos.
Ese es uno de los cuatro centros de salud (junto al San Vicente de Paúl, Clínica Oftalmológica y Escalante Pradilla) que efectuarán 34.730 procedimientos de aquí al 2018. La CCSS invertirá en esto ¢4.045 millones.
Estas acciones forman parte del Plan de Atención Oportuna, aprobado por la Caja en mayo del 2015, dijo la jerarca de esa institución, María del Rocío Sáenz.