La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) esperaba que 3.000 parejas del mismo sexo se acogieran al beneficio familiar del Seguro de Salud cada año.
La expectativa, sin embargo, superó la realidad. A agosto anterior, apenas 135 parejas habían obtenido este beneficio, un 4,5% de lo proyectado a partir de los estudios actuariales que se tomaron como base para el cambio al Reglamento al Seguro de Salud que permite a los gais asegurar a sus parejas.
Tampoco se ha registrado un impacto económico grande. Según el gerente financiero de la Caja, Gustavo Picado Chacón, el costo total institucional no supera los ¢100 millones anuales, “una cifra muy inferior a las proyectadas”, dijo el funcionario.
Esa reforma se realizó en mayo del año anterior , pero quedó en firme el 9 de octubre del 2014, cuando la Junta Directiva de la Caja dio el visto bueno a los estudios aportados por las gerencias Financiera y Médica.
En ese momento, se llegó a hablar de que unas 15.000 parejas homosexuales podrían ser tributarias de ese seguro, el cual cubre los riesgos de enfermedad y maternidad.
Algunos grupos críticos de la reforma, llegaron a manifestar su temor a que las finanzas de esa institución se vieran comprometidas con los cambios, que incluyen un registro de parejas en convivencia, tanto heterosexuales como homosexuales.
Un año después de los cambios, la Caja atribuye el bajo aseguramiento a una expectativa inicial muy alta que no se cumplió en la realidad.
Mario Redondo, diputado de la Alianza Demócrata Cristiana, fue uno de los legisladores que, en aquel momento, manifestó preocupación por el posible impacto financiero.
“Eso nos genera tranquilidad. Esperamos que no se llegue a impactar la institución ni sus finanzas, que ya de por sí tienen riesgos importantes”, dijo Redondo este viernes.
Pocos. De acuerdo con los datos facilitados por la Caja, con información de noviembre del 2014 a agosto anterior, 173 solicitudes de aseguramiento habían sido recibidas en ese periodo.
De ellas, 135 fueron aprobadas, 20 fueron rechazadas y 18 aún estaban en trámite.
Los rechazos, explicó la Caja, se dan porque los solicitantes no lograron comprobar el tiempo de convivencia (un mínimo de tres años), el vínculo o la dependencia económica.
Una de las principales novedades del reglamento fue el registro de parejas en convivencia. En él había 33.368 parejas heterosexuales inscritas y tan solo 223 parejas del mismo sexo en el mismo periodo.
Yashin Castrillo, abogado y defensor de los derechos homosexuales, fue quien propuso desde el 2010 la reforma al reglamento. Él afirma que el bajo aseguramiento se debe a la existencia de ese registro, el cual no estaba incluido en la propuesta original.
“Esas listas, para mí, son una zancadilla al ejercicio de ese derecho. Las personas homosexuales sienten inseguridad y temor de aparecer en esas listas”, agregó el abogado.
Marco Castillo, del Movimiento Diversidad, está satisfecho con lo que ha sucedido este primer año. Según dijo, no ha recibido quejas de maltrato y, sobre todo, agregó, se confirmó que no era un gasto sustancial para la Caja.
Un tema que aún está pendiente es el de a mpliar el beneficio de la pensión por viudez a las parejas del mismo sexo. Este tema no está en agenda de la Junta Directiva ni lo estará en los próximos meses, según confirmó José Luis Loría, representante cooperativista ante ese órgano.
Loría fue quien impulsó la reforma en dicha junta.
Para Gustavo Picado Chacón, a un año de los cambios, “la institución se siente sumamente satisfecha de continuar, de manera decidida, hacia la cobertura universal e inclusiva del Seguro de Salud”.