La crisis en el Servicio de Cardiología del Hospital México obligó a la Junta Directiva de la CCSS a reactivar un plan para desahogar la lista de pacientes en espera de cateterismo.
Esta técnica permite evaluar el estado del corazón y detectar dónde tiene problemas. Consiste en insertar un tubito de plástico hueco y flexible a través del cual se inyecta una sustancia que hace contraste con los rayos X. Así se hace visible el interior de las arterias coronarias.
La decisión de desahogar la presa fue tomada en sesión extraordinaria y será ejecutada desde hoy con la revisión y afinamiento de la lista de espera.
De aquí a la próxima semana, los pacientes serán llamados por el hospital, prometió la presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social, María del Rocío Sáenz.
Los centros médicos Calderón Guardia y San Juan de Dios apoyarán en la realización de los cateterismos, como parte de un plan que implica ¢700 millones, entre otros aspectos, para pagar el tiempo extraordinario.
Esta iniciativa es similar a la ejecutada el año pasado en tres hospitales capitalinos.
En ese entonces se lograron hacer 6.700 procedimientos, la mitad de los cuales correspondían a pacientes del México.
Cifras. El equipo técnico nombrado la semana anterior por la Junta Directiva para investigar esta crisis se encargará de revisar cuál es el número exacto de pacientes en espera, pues han circulado varias cifras.
La primera la dio la jefa de Cardiología del México, Sofía Bogantes, y da cuenta de 830 personas.
Además, Bogantes reveló la existencia de 141 pacientes fallecidos mientras aguardaban por el cateterismo.
Otro número lo dio el director del hospital, Douglas Montero, quien dijo que son 512 personas. La última proviene de la misma Gerencia Médica: 495.
La tarde de ayer la Junta recibió en audiencia, por aparte, a Bogantes, Montero y al jefe de Medicina del México, Carlos Chaverri.
Proceso. Villalta aclaró que el listado habrá que revisarlo para tener certeza sobre el nivel de riesgo de cada una de las personas.
Sáenz comentó que, paralelo a la reactivación de ese programa, la Junta dio su visto bueno a un proyecto de oportunidad y calidad de la atención a los pacientes, para el cual hay ¢10.000 millones.
Esta idea venía en proceso antes de que se desencadenara la crisis en el México, aseguró la funcionaria. Su objetivo, añadió, es disminuir el registro de quienes esperan en cirugía y en procedimientos diagnósticos.
Lo que se busca es sacar el máximo provecho a la capacidad instalada en los hospitales, reforzar el trabajo en red, realizar jornadas intensivas de producción y mejorar la gestión y transparencia de las listas de espera.
“Realmente hay una gran preocupación por el sufrimiento que este tipo de informaciones genera a pacientes y familiares. La Junta Directiva desea que sepan que esta institución está haciendo todo lo posible”, dijo.