La ceniza que emana del volcán Turrialba, desde las 11:10 p. m. del miércoles, ha llegado hasta 18 cantones en los cuales habitan un millón de personas.
Como evidencia, decenas de ciudadanos mostraron desde la madrugada de ayer, en redes sociales, fotos de autos, plantas y techos donde se observan residuos.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) confirmó que partículas cayeron hasta en La Guácima de Alajuela, a 53 kilómetros de distancia del volcán.
El vulcanólogo Raúl Mora Amador, de la Red Sismológica Nacional (RSN), dijo que se trata de la erupción más grande desde 1866, año desde el cual estuvo inactivo este volcán hasta que en 1996 dio pequeñas muestras de actividad, que se hizo notoria desde el año 2007.
El Turrialba hizo erupciones freáticas (vapor, agua, ceniza y piedras), en enero del 2010 cuando abrió un boquete al lado suroeste, y en enero del 2012, cuando hizo otro orificio en la pared oeste.
Precisamente fue en este último hueco desde donde anteayer salieron cientos de metros cúbicos de ceniza (todavía no se han medido) y aumentó la desgasificación.
El Ministerio de Salud alertó de que el constante contacto con la ceniza volcánica causa males respiratorios y daños a la piel.
Asimismo, ese material corroe el hierro de techos y autos.
El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) informó de que del Turrialba emanaban al día 1.300 toneladas de un gas que se llama dióxido de azufre, pero ayer fueron expulsadas 2.000. Este gas ocasiona alergias en la piel, irritación en los ojos y causar problemas respiratorios, sobre todo en personas asmáticas. Asimismo, marchita la vegetación.
La ceniza, en tanto, alcanzó los cantones de La Unión, Coronado, Moravia, Curridabat, Desamparados, Aserrí, Escazú, Santa Ana, Belén, Alajuela centro, Montes de Oca, Goicoechea, San José centro, Alajuelita, Tibás, Santo Domingo, Heredia centro y Puriscal.
Sismos Desde mediados de octubre el volcán dio signos de cambio cuando subió la cantidad de sismos, conocidos como tremores. En los primeros nueve meses del año generó de 50 a 100 por día, pero desde el 17 de octubre pasó a 200 al día.
Precisamente, el miércoles a las 10:10 a. m. se inició un tremor que coincidió con aumentos en la desgasificación y que se mantuvo constante hasta que, a las 11:10 p. m., coincidió con el lanzamiento de ceniza. La emanación se mantuvo hasta las 11:35 p. m.
Tanto el Ovsicori como la RSN informaron de que la erupción culminó con una fuerte explosión.
Rolando Pacheco, quien vive en la hacienda La Palmira, en La Pastora, Turrialba, la comunidad más cercana al volcán, dijo que tras la erupción, se alertó a personas que estaban en fincas lecheras para que abandonaron por prevención.
Ayer el acceso a particulares hasta el cráter estaba cerrado desde La Pastora, pero se permitió a ganaderos y agricultores revisar plantaciones y animales.
Incluso, un camión de Dos Pinos ingresó a retirar 7.800 litros de leche y veterinarios asistieron a 500 cabezas de ganado en dos parcelas.
El vulcanólogo Raúl Mora dijo en la tarde que la sismicidad, emanación de gases y ceniza continuaban y que vieron rocas de hasta cuatro metros de diámetro que podrían ser de actividad magmática. Esto quiere decir que son materiales nuevos que vienen del interior del volcán. La ceniza expulsada estaba acumulada en el exterior.