La Defensoría de los Habitantes reclama a la CCSS adelantar la pensión por vejez a las personas con síndrome de Down, debido al envejecimiento prematuro al que se enfrenta esta población por su condición genética.
El planteamiento se hizo a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en noviembre del 2016, pero no fue sino hasta el 12 de junio que esa institución contestó.
Según el informe enviado a la Defensoría, aunque el costo en el largo plazo de asumir estas pensiones no es "tan significativo", podría considerarse un riesgo para que otros grupos soliciten el mismo beneficio.
"Nosotros solicitamos una vez más a la Caja que considerara la posibilidad de darle pensión anticipada, de acuerdo con su esperanza de vida. Pero hemos recibido una respuesta negativa.
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"No compartimos el argumento que dan (abrir portillos para otros grupos). Con un argumento así, eliminemos los derechos de todo el mundo porque todo abre portillos para cualquier cosa", manifestó la defensora Montserrat Solano Carboni.
De acuerdo con datos de la Asociación Síndrome de Down Costa Rica (Asidown), en el país hay unas 5.000 personas con síndrome de Down de todas las edades.
De ellas, unas 15 personas podrían tener derecho a una prejubilación porque han trabajado en algún momento de sus vidas.
Entre ese grupo está Carmen Morales Jenkins, de 51 años, quien es la primera persona con síndrome de Down en solicitar la pensión por vejez a la CCSS. Además, desde el 2011, ella ha solicitado dos veces pensión por invalidez pero le han rechazado la petición.
Según especialistas en genética, a estas personas el envejecimiento se les adelanta hasta en 20 años en comparación con otros sin esa condición.
En el caso de Morales, ella padece de muchos problemas óseos que ya le han provocado varias caídas. Incluso, en las últimas semanas ha tenido que mermar su carga laboral como mensajera interna de una empresa, debido a varias convulsiones.
La Sociedad Nacional de Síndrome de Down de los Estados Unidos, define esa condición como la presencia de una copia extra del cromosoma 21 en el material genético.
Esta genera características físicas particulares, como el bajo tono muscular, la baja estatura, una inclinación hacia arriba a los ojos y un solo pliegue profundo por el centro de la palma.
Otros beneficios
Solano considera que la CCSS está presionando a esta población para que se acoja a otros beneficios, como la pensión por invalidez, que es mucho más baja que una por vejez.
"Estas 15 personas con síndrome de Down, que están trabajando y cotizan para el IVM (régimen de Invalidez, Vejez y Muerte), están siendo solidarias con otros que se van a pensionar, en un sistema que con ellos no está siendo solidario", sostuvo Solano.
"Es el caso de Carmen, quien merece una pensión como cualquier otra persona, ella no está pidiendo que le regalen nada", agregó la funcionaria, en alusión a las más de dos décadas continuas que Morales ha laborado.
En el informe de la Caja se aclara que durante los últimos dos años la institución colaboró con la Segunda Vicepresidencia de la República, para elaborar un proyecto de decreto que permitiera incluir la figura de la prejubilación para estas personas.
"Esta figura era la que mayores probabilidades presentaba para cumplir con los objetivos propuestos, por cuanto desde el punto de vista institucional no modificaba requisitos ni condiciones que pudiesen presentar un riesgo para el seguro de invalidez, vejez y muerte.
"No obstante lo anterior, no fue posible la concreción de ese proyecto y, en su lugar, el planteamiento se orientó hacia una propuesta de modificación reglamentaria sobre la cual la Caja se pronunció negativamente por los potenciales impactos que podría generar", mencionó el oficio PE-13348-2017, del 12 de junio.
Un estudio encargado por la CCSS a la Dirección Actuarial y Económica de la institución, muestra que el retiro anticipado para esta población, a los 35 años, costaría ¢139 millones en el 2019, y se elevaría a ¢383.381 millones en el 2064.
Si el retiro fuera a los 55 años, el costo de pagar esas pensiones sería de ¢498 millones en el 2034 y de ¢162.261 millones 30 años después.
Solano llevará un conjunto de temas prioritarios a su reunión con Fernando Llorca Castro, presidente ejecutivo de la Caja, el viernes.
"No es un tema de beneficencia porque ellos están trabajando. La Defensoría está pidiendo que se les reconozca ese derecho a las personas con síndrome de Down. Esta gente se ha ganado la pensión", manifestó Solano.