La carga de años y de trabajo finalmente les pasó la factura a los tomógrafos (tacs) de tres de los hospitales nacionales más importantes: México, San Juan de Dios y Calderón Guardia.
Esta semana, diferentes desperfectos sacaron de operación estos aparatos y desencadenaron una crisis que obligó a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a considerar la compra de servicios a terceros y a recurrir al Hospital del Trauma, del Instituto Nacional de Seguros (INS).
Los tacs de los hospitales San Vicente de Paúl, en Heredia, y Nacional de Niños, están apoyando después de las 4 p. m., con la atención de enfermos hospitalizados y las emergencias. El de Heredia trabaja desde el martes las 24 horas.
El director del hospital de Heredia, Roberto Cervantes, dijo que por ahora el equipo ha venido funcionando bien. Está pendiente la sustitución del tubo de energía, que se compró desde hace 22 días, pero se esperará a que se salga un poco de esta crisis para hacer el cambio. “Esto que pasó va a abrir la oportunidad de que la Caja haga algún proyecto para que esto siga funcionando y las listas se puedan evacuar. Son lecciones que se aprenden”, dijo Cervantes.
La gerenta médica de la Caja, María Eugenia Villalta Bonilla, confirmó que desde el 17 de mayo se les pidió a los hospitales hacer un estudio de mercado para comprar servicios, de ser necesario.
Villalta dijo que también se recurrió a un convenio que se firmó el año pasado con el Hospital del Trauma, para que ahí se hagan tomografías programadas.
No existe un fondo para cubrir esos gastos, confirmó la gerenta, pero si hay que disponer de recursos así se hará, aseguró.
Un sondeo realizado por este diario encontró que, al menos, unos 5.000 asegurados tienen pendiente la realización de estos estudios en, al menos, cinco hospitales de la Caja.
La lista más grande la tiene el Hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas, con 2.400 pacientes.
El director médico del Hospital Monseñor Sanabria, Randall Álvarez Juárez, dijo que solo la persistencia que ellos han tenido en los últimos años permitió que la CCSS los incluyera en la compra de nuevos tacs. Ellos esperan uno para final de esta año.
“Esta crisis de tac nos perjudica también con las hospitalizaciones prolongadas porque nos quedamos sin camas por tener a pacientes internados esperando la realización de este examen”, dijo Álvarez.
También está la del Hospital San Rafael de Alajuela, con 1.800 enfermos, seguida por la del México, con casi 500, y la del San Juan de Dios, con 300.
Esas listas se han agudizado con esta crisis. La Caja espera que con la entrada en funcionamiento, ayer, del tac del México, y con la reincorporación del equipo del San Juan, este fin de semana, se pueda frenar ese crecimiento.
Sustitución. Diez de los 29 hospitales de la Caja tienen tac. El equipo más viejo está en el Max Peralta, de Cartago (17 años), y el más nuevo es el del Nacional de Niños, donado por la Teletón en el 2015.
La directora del Max Peralta, Krissia Diaz Valverde, comentó que con el tac que tienen no se pueden hacer todos los estudios, debido a su antigüedad. “Algunos muy específicos tenemos que enviarlos a Heredia. Los sábados nos ayudan con 40 estudios. Es un equipo que ha tenido sus fallos porque es bastante viejo. Ya se le ha cambiado el tubo dos veces en los últimos años”, dijo Diaz.
Los tres que fallaron tienen nueve años de uso continuo y la vida útil es de siete.
En el San Rafael, el equipo tiene 12 años; salió de operación hace tres meses y ya no se considera viable seguir pagando reparaciones, dijo Francisco Pérez, director médico.
“Hemos gastado mucho en arreglos y reparaciones. Ahorita lleva tres meses parado. En octubre nos dan el tac nuevo, pero nos preocupa lo que vaya a pasar con los pacientes hasta entonces”, dijo Pérez.Este es el único hospital que le confirmó a la Gerencia Médica que hará un estudio de mercado para considerar la eventual compra de servicios a terceros, como una salida paliativa a la crisis.
Un tac como el del México, que trabaja las 24 horas, hace cada día 110 estudios.
A ese ritmo, la vida útil le baja a la mitad, sostuvo el jefe de Radiología, Carlos Quirós, quien afirma que este hospital debería tener dos tomógrafos.
“Es una situación que la Gerencia Médica tiene que definir. Ya ha sido enterada en múltiples ocasiones de que este hospital como uno de alta resolución necesita un segundo tac. Esto evitaría tener que estar corriendo con la atención de los pacientes como lo hemos venido haciendo”, manifestó Quirós.
El equipo del Hospital México debe atender las necesidades de la red más grande de la Caja, con más de dos millones de pacientes. El cuarto desperfecto que sufre en el año, lo sacó de funcionamiento desde el 9 de mayo y dejó, hasta ayer, a 487 enfermos en espera de la reprogramación del estudio.
La CCSS dispone de un plan de sustitución, en el cual invertirá $28 millones en la compra de 14 aparatos para 11 hospitales. Mas ese reemplazo de equipos tomará tiempo. Mientras, no hay garantía de que los servicios tendrán estabilidad, pues cualquier nuevo desperfecto los paralizará.