Si todo avanza como está planeado, en poco tiempo se construirá el llamado ‘trillo’ entre la clínica de Santo Domingo de Heredia y el parque central de ese cantón.
Será un paso peatonal totalmente adaptado para que los adultos mayores domingueños caminen por ese kilómetro de trecho sin riesgo de que un carro los levante, o de tropezar con algún hueco en las aceras.
No es lo único ni tampoco será lo último que este cantón hará por sus adultos mayores.
Desde hace seis años, la municipalidad local declaró a Santo Domingo cantón amigable con sus viejitos, una declaratoria que va más allá del papel.
En todos los distritos de ese cantón herediano se han desarrollado programas de actividad física, salud mental y cuidado paliativo.
El Área de Salud --eje de todo este proceso--, ha reforzado sus servicios con un geriatra y se ha enviado a especializar personal en Gerontología.
De todos los cantones heredianos, este es el que tiene, proporcionalmente, más adultos mayores que el resto.
La población de Santo Domingo es de 45.085 personas, de las cuales 5.796 tienen 60 años o más.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), un 13% de la población domingueña es adulta mayor.
Ruth Barbarán Molina, de 70 años, ayuda y participa de los programas que este cantón ha desarrollado para estas personas. Ella vive en el centro de la ciudad.
"Me gusta hacer ejercicio y andaba en busca de un lugar. Doy gracias a Dios por la clínica, por todo lo que nos tiene a los adultos mayores. Yo también colaboro con un grupo de unas 60 personas, y tenemos un lema: '¡Disfruta la vida!'", comentó en un descanso de los ejercicios, el lunes.
La fama de Santo Domingo ha corrido con rapidez de boca en boca.
Llegó hasta altos niveles de la CCSS, donde Vilma García, coordinadora nacional del área del Adulto Mayor, en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), reconoce los esfuerzos de esta comunidad por crear espacios protectores y asegura que hay interés en multiplicar el modelo en otras partes del país.
"Lo están haciendo muy bien. Estos grupos se han convertido en importantes redes de apoyo para cada una de esas personas", dijo García.
Mancuerna. Este es el tipo de programas que deberían empezar a desarrollarse en las comunidades de cara al acelerado envejecimiento de la población.
Son formas que ayudarán, no solo a desahogar los congestionados servicios de la Caja, sino que también contribuirán a mejorar la calidad de vida de los futuros adultos mayores, agregó la coordinadora institucional en este tema.
Con 82 años, Gladys Torres Cubero es de las veteranas más asiduas en los programas de Santo Domingo.
"Yo nunca salí de casa mientras estaba mi esposo vivo. Después de que falleció, me hablaron de los ejercicio y aquí estoy. Fueron casi 50 años metida entre la casa. De feria, me tocó muy machista. ¡Me celaba hasta la sombra! Crié a diez nietos, además de los hijos", dijo esta mujer, que dio a luz 13 hijos y ha visto crecer a 30 nietos, 19 bisnietos y se prepara para recibir a su primera tataranieta.
Hoy, un 13% de la población del país es vieja. Para el 2050, ese porcentaje se acercará al 30%.
"Estos programas no pueden ser una iniciativa solo de la Caja, deben ser de la comunidad", dijo Marco Antonio Salazar, director del Área de Salud de Santo Domingo, quien admite que este cantón lo ha tomado como tal.
En los ocho Ebáis que hay ahí existen grupos donde los ancianos se integran a la actividad física prácticamente todos los días.
A Lilliam Azofeifa Villalobos, de 71 años, nunca la ha asustado envejecer.
Esta señora acude al Área de Salud de Santo Domingo, aunque a veces se apunta a las actividades programadas en Santo Tomás de Santo Domingo.
En estos grupos, asegura, ha encontrado en estos grupos una segunda familia.
"Mi agenda está llena y soy muy feliz de hacer muchas cosas. Hasta estoy en el Club de Jardines de Santo Domingo. Cada día, me levanto con ilusión y la doy gracias a Dios por todo", comentó tras jugar voliocho, un tipo de volibol adaptado a adultos mayores en la clínica de Santo Domingo.
Según el director del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología, Fernando Morales Martínez, nuestros mayores nunca deberían salir de su entorno inmediato, que incluye la familia y su comunidad.
Morales afirma que modelos similares al de este cantón herediano también se están desarrollando en sitios como Cariari de Limón, y Guararí, en Heredia.
Por eso, la organización que puedan desarrollar las comunidades es vital hoy.
Mucho más para el futuro, cuando en el país habrá una población envejecida bastante más numerosa.