La mujer de 24 años con 38 semanas de embarazo que fue confirmada por el Ministerio de Salud como el primer caso autóctono del virus del Zika aseguró esta mañana a La Nación que se enteró por las noticias de su situación, porque a ella nadie le ha confirmado los resultados de sus exámenes.
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Esta vecina de una comunidad cercana a Sámara, en Nicoya, Guanacaste, solicitó que no se publicara su nombre y mantener en reserva su identidad en las fotografías.
La paciente relató que comenzó a sentirse mal el lunes 8 de febrero, cuando en la madrugada comenzó a sufrir dolores en las articulaciones, ardor en los ojos y mucha picazón en la piel, pero nunca pensó que fuera zika. "Más bien pensé que era chikunguña, porque mucha gente ha enfermado de eso aquí", dijo la mujer, quien también tiene una hija de tres años.
Ella acudió al Ebais de Cangrejal de Sámara hasta dos días después, el 10 de febrero, y la doctora que la atendió, tras conocer los síntomas, hizo una llamada de consulta y refirió el caso al Hospital La Anexión, en Nicoya, por sospecha de zika.
Ese día, funcionarios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) la llevaron en carro al hospital, pues ella no contaba con los ¢ 2.600 que cuestan los pasajes de ida y vuelta a Nicoya. La tarde de ese 10 de febrero le hicieron la primera de cuatro pruebas de sangre que le han tomado desde entonces.
Según dijo, pensó que solo eran exámenes de seguimiento, porque ningún funcionario de salud, hasta el día de hoy, le ha confirmado el resultado positivo por virus del Zika.
El sábado 20 de febrero la llevaron de nuevo a La Anexión, donde le hicieron un ultrasonido, y le confirmaron que su bebé, otra niña, está bien de salud.
Antes de todo este episodio, esta vecina de Sámara no recibió una visita de un técnico de Salud en su casa, según mencionó.
Tras haber sufrido los síntomas de la enfermedad, la única recomendación que le dieron en el Ebáis fue que se pusiera repelente.
"Nunca lo compré, una botella de estos productos cuesta alrededor de ¢ 7.000. Tampoco me dijeron que no saliera de la casa, solo me recomendaron ponerme repelente", dijo la paciente, quien es madre soltera y vive en una humilde casa de madera, a escasos 50 metros de la playa, junto a su papá, quien es constructor de oficio y su pequeña de tres años.
El Ministerio de Salud, en conferencia de prensa este lunes, confirmó que esta mujer y otra vecina suya de 32 años son los primeros dos casos autóctonos de zika en el país.
En esa conferencia, el ministro Fernando Llorca Castro, aseguró que a la embarzada se le estaba dando todo el control del caso; incluso, dijo que clasificaba como paciente de alto riesgo, y que a su vez se le daría seguimiento a su bebé, para evaluar su desarrollo una vez que naciera.
La muchacha, quien no tiene profesión y se dedica a las labores del hogar, dijo que su control prenatal ha sido el básico y que hasta antes de enfermar no había recibido visitas de personal del Ebáis para el seguimiento prenatal, tal como ordenó el Ministerio de Salud a la Caja cuando se supó que las embarazadas estaban en el grupo de alto riesgo por la infección del zika.
Este virus se transmite cuando un zancudo Aedes Aegypti infectado pica a una persona sana. Además del zika, este zancudo transmite dengue y chikunguña. Hasta ahora, el Ministerio de Salud ha confirmado dos casos autóctonos del virus, dos casos importados y uno "altamente sospechoso".