Una maraña de trámites en la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) mantiene entrabado el desembolso de $22 millones para la construcción de la torre de Cuidados Críticos del Hospital Nacional de Niños.
La obra debió iniciar en el 2011, para concluir en el 2014, según lo establecido en el fideicomiso entre la CCSS, la Asociación Pro Hospital y el Banco Nacional.
El proyecto, conocido también como Torre de la Esperanza, urge para atender a niños con traumas graves sufridos en accidentes o eventos violentos, o con enfermedades más complejas.
Desde 2009 están garantizados $85 millones para la torre y ya se déberían haber girado $22 millones, pero siempre surgen más trabas.
“Desde hace cuatro años, la ley 8793 destinó el 0,78% de los fondos de Fodesaf (Fondo de Desarrollo y Asignaciones Familiares), pero por puros trámites se han desaprovechado los fondos de los últimos tres años y los del 2013 también va a desaprovecharse”, dijo Luis Gamboa, presidente de la Asociación Pro Hospital Nacional de Niños.
“Ese dinero suma $22 millones (más de ¢11.000 millones), que no se pierden porque Fodesaf los usa en algo más, pero que sí pudieron agilizar la construcción”, agregó.
Gamboa indicó que aún no hay fecha para que se gire el dinero.
El fideicomiso se firmó ya dos veces, pero objeciones de la Contraloría General de la República (CGR) obligaron a realizar ajustes.
En abril pasado , la presidenta Laura Chinchilla anunció la segunda firma del fideicomiso y garantizó que la construcción de la torre comenzaría en el 2014 y estaría lista en el 2017.
¿Qué sucedió? Para Gamboa, los obstáculos en diferentes esferas de la CCSS han retrasado el proceso.
“En abril la CGR nos pidió una matriz de riesgo, con eso ya el fideicomiso podía firmarse (tercera vez) y los fondos se girarían, pero nos costó definir eso y la semana pasada la CCSS nos pidió nuevos ajustes para que ellos pudieran firmar”, manifestó.
Una vez que la CCSS firme el fideicomiso, será enviado de nuevo a la CGR para su estudio y, de aprobarse, se entregaría el dinero.
“No es toda la CCSS la que pone trabas. Hay personas, como la gerente médica, la gerente de infraestructura y el departamento jurídico, pero el proyecto se pierde en la indecisión de ciertos departamentos”, añadió Gamboa.
Para Orlando Urroz, director a. í. del Hospital, el proyecto urge. Por año, más de 3.200 menores podrían resultar beneficiados.
“La capacidad del hospital es insuficiente para atender problemas cada vez más serios y que restan calidad de vida a nuestros niños. La torre es muy necesaria para una mejor atención”, enfatizó Urroz.
La Nación intentó varias veces hablar con María Eugenia Villalta, gerente médica de la CCSS, pero no fue posible. La oficina de prensa dijo que ella llamaría, pero al cierre de edición no lo había hecho.