Los hospitales Nacional de las Mujeres y Nacional Geriátrico, así como el CAIS de Desamparados y el Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare) recibirían pacientes del Hospital San Juan de Dios como medida paliativa al colapso en el servicio de Emergencias que enfrenta ese centro desde el fin de semana.
"Estamos revisando la situación en la red de servicios, se le va a dar apoyo desde varios hospitales porque realmente están teniendo una situación de saturación", dijo María Eugenia Villalta, gerenta médica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
El siguiente paso, añadió Villalta, es la apertura de servicios de Emergencias en clínicas mayores, como es el caso del Centro de Atención Integral en Salud (CAIS) de Desamparados y la Clínica Solón Núñez, en Hatillo, para que reciban pacientes de baja complejidad.
Debido a la crisis, la mañana de este lunes, el San Juan de Dios paralizó los ingresos de pacientes para cirugías programadas que debían ser operados ese mismo día o mañana.
Su directora, Ileana Balmaceda, afirmó que esta disposición les permite utilizar de las camas que se iban a destinar a esas cirugías para internar a los pacientes que están en Emergencias.
Balmaceda aseguró que hay 93 pacientes a la espera de ser ingresados y que ya fueron valorados. Entre ellos, hay 25 que necesitan una cirugía. A estas personas se les daría los campos de las operaciones programadas que se suspendan estos dos días.
LEA: Colapsa servicio de Emergencias del Hospital San Juan de Dios
La hermana de Marta Cascante, vecina de San Rafael, es una de estas afectadas, pues sufrió una quebradura de codo. Ella es una persona con discapacidad, tiene 65 años, y de la clínica Marcial Fallas la remitieron al San Juan de Dios donde le indicaron que debía ser operada, pero no hay camas.
Cascante narró que su hermana está en una silla de ruedas en los pasillos de Emergencias esperando a que la pasen a salón. Solo le indican que hay mucha gente adelante.
La mujer contó que desde el domingo no ha comido nada, pues no puede dejar a su hermana sola pues no habla debido a su discapacidad. En el hospital solo dan alimentación para los pacientes.
Balmaceda explicó que crearon un equipo de gestores de camas para acelerar los egresos de los pacientes que solo requieren un examen de sangre, por ejemplo, para poder irse, o bien, que se encuentren estables y puedan continuar el tratamiento en sus casas. De esa forma desocupan camas para los pacientes con urgencia.
También pidieron a la Cruz Roja trasladar los casos críticos a otros hospitales como el México, Blanco Cervantes y Calderón Guardia.
"En la mañana, la Gerencia Médica nos convocó para ver si se pueden habilitar camas en el CAIS de Desamparados, para ver si podemos trasladar nuestro personal. En el CAIS hay 10 camas de ortopedia que están siendo utilizadas pero necesitamos más", añadió la directora médica.
Como otra medida, tampoco se están recibiendo a los pacientes del Instituto Nacional de Seguros que usualmente son devueltos a los hospitales cuando se les acaba la póliza, y se están usando camas de Oncología y la Unidad de Cuidados Intensivos.
Balmaceda recalcó que la saturación del servicio llegó a su tope máximo. El problema obedece a las mismas deficiencias de infraestructura que enfrenta el Hospital, pues no hubo ningún evento extraordinario que las incrementara.
"El fin de semana colapsó porque superó el colapso ordinario, no hay una explicación, un accidente o una demanda que uno diga fue por esto, es una situación que rebasó nuestra capacidad", dijo la doctora.
Normalmente, este servicio atiende hasta 500 casos, cada día.
Este hospital tiene una población directa de 1,1 millones de personas, muchas de las cuales viven en algunas de las comunidades más pobres del país.