Cada año, los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) reciben una mayor donación de órganos provenientes de cadáveres.
Solo en el 2014 hubo 18 aportes cadavéricos. En lo que va del 2015 (hasta el 8 de mayo), la Caja llevaba registrados 21.
El coordinador técnico institucional de donación y trasplantes de la Caja, Marvin Agüero Chinchilla, asegura que, de seguir esa tendencia, el país podría llegar a duplicar la tasa de donación de órganos para el final de año.
Actualmente, esa tasa es de cuatro donantes por millón de habitantes. La expectativa es subirla a ocho por millón en el segundo semestre del año.
Según Agüero, el aumento en la donación cadavérica tiene mucho que ver con las campañas de sensibilización realizadas por la institución, así como la inscripción voluntaria de personas mediante diferentes fuentes: cédula de identidad o la base de datos de la CCSS.
Solamente la Caja tiene registrados más de 10.000 “donantes de buena voluntad”, informó Agüero.
La donación cadavérica tiene más beneficios que la de donantes vivos. Con los órganos que se extraen de un solo cuerpo, se pueden beneficiar hasta nueve personas. Por el contrario, los donantes vivos solo pueden ayudar a una persona, y el donante, además, demanda cuidados médicos e incapacidades.
Proceso. La Junta Directiva de la Caja aprobó, el 7 de mayo, la Red Institucional de Órganos , Tejidos y Células, como parte del esfuerzo para garantizar transparencia y una asignación equitativa y oportuna de los órganos.
La gerenta médica de la CCSS, María Eugenia Villalta, aseguró que la intención es mejorar la capacidad de identificación de quienes aportan y elevar la cantidad de trasplantes en los hospitales públicos.
De acuerdo con datos de la Caja, en el 2014 hubo 344 egresos hospitalarios por estos procedimientos.
Además, hay 811 personas a la espera de un nuevo órgano. La mayoría (610 personas) aguardan por córneas. Otras 150 pretenden recibir un nuevo riñón.
Esta red procura contar con hospitales donantes y desarrollar un modelo “sin paredes”, que les garantice a los pacientes prioritarios el trasplante, sin importar de cuál centro médico sean.
“Sin importar el lugar donde se identifique el donante, la coordinación técnica institucional y la red de servicios regularán el proceso de donación y distribución de los órganos, indistintamente del centro hospitalario, considerando siempre los pacientes prioritarios”, dijo María Eugenia Villalta.
El desarrollo de esta red tomará, al menos, cinco años en su primera fase, aseguró Agüero.
Entre otras medidas, se fortalecerá la capacitación de los equipos encargados de la realización de estos procedimientos. En los últimos dos años, 120 personas se han formado en este tema con apoyo de Uruguay y Argentina.