¿Cuál es su valoración de lo hecho en el último año en el tema de listas de espera?
Se ha hecho un esfuerzo muy grande en ordenar las listas, en depurarlas y en atender la realidad de cada centro médico. Los resultados ya los estamos viendo, con reducción en cantidad de personas y de tiempo en esos listados, pero todavía nos queda mucho por hacer.
Pero algunos centros médicos más bien presentan datos más críticos que hace un año.
Eso ha pasado especialmente en los centros médicos que hemos intervenido. ¿Por qué? Porque al entrar nosotros (el personal de la Gerencia Médica) abrimos las agendas, el asegurado vuelve a acudir a un hospital, porque sabe que ya recibirá la atención debida, y así con muchas otras situaciones.
¿Descarta más intervenciones de servicios médicos?
En este momento no hay más a la vista, pero las haremos siempre y cuando veamos que sea una necesidad. Antes de una intervención tratamos más bien de hacer un acompañamiento con las autoridades locales, para que ellos entiendan que deben mejorar los servicios.
¿Por qué es tan difícil impactar las listas de espera?
Las listas son dinámicas, son propias de los sistemas de salud públicos. Lo que rescatamos es que en el último año la lista de espera en cirugía se movilizó un 47%; es decir, que a casi la mitad de la gente que estaba esperando una intervención quirúrgica se le hizo el procedimiento.
¿Qué otras medidas aplicarán para esas listas?
Estamos aplicando indicadores para el cumplimiento de la gestión de esas listas, así como empezando a llevar un registro personalizado de los pacientes.