Lo que en un inicio era un examen para escoger a los mejores estudiantes con derecho a realizar su práctica médica en la Caja, se convirtió en una prueba diagnóstica que permitirá a más de 700 alumnos de último año de Medicina rotar en hospitales públicos.
No importa si alguno de ellos sacó la mejor o la peor nota en la evaluación. Todos irán a los servicios hospitalarios a practicar con pacientes de la institución, bajo la tutela de profesores.
Es la primera vez que esto sucede, pues la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) dispone anualmente de un número reducido de plazas que debe rifar entre quienes ganan la prueba para el internado rotatorio.
La gerenta médica de la Caja, María Eugenia Villalta Bonilla, explicó por medio de la oficina de prensa, que el cambio se comunicó desde un inicio a las universidades.
Además, aseguró que “cada interno universitario estará bajo la responsabilidad de un tutor. (...) Al ser un estudiantes universitarios no participan individualmente en la atención directa de pacientes”, aclaró Villalta.
“Esta prueba fue un éxito y un hito importante de objetividad e imparcialidad para garantizar la calidad y la seguridad de la atención brindada. Lo anterior confirma la relevancia de contar con entes evaluadores externos como una buena práctica que debe continuar”, defendió la gerenta.
El rector de la Universidad de Ciencias Médicas (Ucimed), Pablo Guzmán Stein, confirmó que el cambio en el objetivo de la prueba se avisó en una de las tantas reuniones con la Caja.
“Se nos advirtió que iba a ser un examen diagnóstico, pero cuántos entraban y cuántos no era una decisión que se iba a tomar después del examen.
“Había un estudio que daba cuenta de más de 300 plazas para internado disponibles, y llegaron 747 estudiantes. Pero la Presidencia y la Gerencia Médica decidieron, por esta única vez, que todos iban a entrar”, explicó Guzmán.
La directora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica (UCR), Lizbeth Salazar Sánchez, reiteró su disconformidad con el manejo del tema.
“En teoría, era para escoger las personas con el conocimiento para hacer el internado. Ahora, lo mismo entra el que sacó la mejor nota que el que sacó el peor puntaje. La preocupación es asegurar la excelencia en la formación del médico y la protección de los pacientes”, dijo Salazar.
Este año, y tras un intenso debate entre varias universidades y la Caja, la Junta Directiva de esta institución decidió recomendar la contratación de un organismo externo para la formulación y aplicación del examen.
La prueba, que finalmente se hizo el 5 de noviembre anterior y estuvo a cargo del International Foundations of Medecine (IFOM). Con ella se pretendía medir conocimientos básicos en Medicina de los candidatos a rotar por los servicios hospitalarios de la Caja a partir de enero de 2017.
Hasta el año pasado, el Centro Estratégico en Salud y Seguridad Social (Cendeisss), era el encargado de coordinar la prueba.