Puntarenas. Thelma González Zamora, dueña del abastecedor La Rosita, aún puede darse el lujo de decir que es de las pocas vecinas de Costa de Pájaros que no ha contraído el virus, que en las últimas dos semanas atemoriza a ese pueblo.
“En la casa del frente, todos enfermaron. En toda la calle no hay alguien que no se haya enfermado. A la gente se le entiesan los dedos y le duelen las pegas de brazos y piernas”, contó en un intento por describir el intenso dolor de huesos que sus vecinos le han relatado.
El abastecedor está sobre una calle de lastre, conocida como Los Chicones, a la orilla del mar. La de Thelma es una de las pocas familias que allí no se dedica a la pesca. Casi todas las 633 que habitan en Costa de Pájaros, en Manzanillo de Puntarenas, trabajan en el mar, en el golfo de Nicoya.
La gente empezó a enfermar dos semanas atrás. Pensaron que era dengue, porque presentaban fiebre y malestar corporal, dos de los síntomas usuales. Pero el intenso dolor en las articulaciones hizo sospechar al personal de salud que acostumbra visitar estos hogares, que podría ser el virus chikunguña.
Acertaron. En esta comunidad porteña se registró el primer caso autóctono de ese virus en el país, el 5 de diciembre.
Hasta ayer por la tarde, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) tenía confirmados cuatro casos de esta enfermedad: tres en Manzanillo y uno en Chomes. Además, contabilizaba 85 casos sospechosos en Costa de Pájaros y 100 más en Chomes.
En cada familia... Cruzando la calle frente al abastecedor de Thelma González , vive Yorleny Rodríguez Aguirre, de 39 años. El sábado empezó con síntomas similares a los del chikunguña. Hasta ayer se levantó de la cama porque los dolores articulares no la dejaban moverse. En el dedo anular de su mano izquierda tiene la sombra del anillo matrimonial. Se lo tuvo que quitar porque las articulaciones se le inflamaron.
Contó que su esposo, hijos, su mamá, su abuela, el padrastro, hermanos y varios vecinos han tenido sus mismos síntomas. “No se lo deseo a nadie”, dijo.
Viviana Phillips Álvarez, directora del Área Rectora del Ministerio de Salud de Montes de Oro, Puntarenas, comentó que los funcionarios de control de vectores han realizado una labor intensa desde antes de que se presentaran los primeros casos sospechosos del virus chikunguña.
Como parte de esa vigilancia, la mañana de este lunes, el técnico en atención primaria de la Caja, Dennis Casares, y Manfred Monge, de Control de Vectores del Ministerio de Salud, hicieron un nuevo barrido, casa por casa, tras criaderos de zancudos.
Hoy habrá una reunión con el propósito de organizar una campaña de limpieza, contó el enfermero Wílberth Madrigal, del Área de Salud Chomes-Monteverde.
La prioridad es eliminar criaderos de zancudos en las pangas de los pescadores, trasmallos o pichingas vacías tiradas a lo largo de la playa. Convencer a la gente sobre la importancia de hacerlo para proteger su salud es la tarea número uno.