La mortalidad infantil volvió a caer a un nivel histórico el año pasado, cuando murieron 7,8 niños por cada 1.000 bebés nacidos vivos, dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
En el 2014, la tasa de mortalidad fue de 8,01 por cada 1.000 niños nacidos vivos.
Según el INEC, el año pasado hubo 26 nacimientos más y 18 muertes infantiles menos que en el 2014. En total, nacieron 71.819 niños y murieron 557, informó el Instituto.
De acuerdo con un análisis hecho por el INEC en la última década (2005-2015), la tasa de mortalidad infantil (TMI) pasó de 9,8 a 7,8 en ese periodo.
En 1997 morían más de 12 niños menores de un año por cada mil que nacían vivos, y en 1980 fallecían 19 bebés, lo cual ofrece una idea de los esfuerzos realizados por el sistema nacional de salud para mejorar la atención prenatal.
La mayor parte de los fallecimientos se sigue concentrando en los primeros 28 días de vida (muertes neonatales): son un 76% del total.
La tasa de muerte neonatal también se redujo entre los años 2014 y 2015: se pasó de 6,2 a 4,3 muertes neonatales por cada 1.000 nacidos vivos.
Limón en la mira. Lo que más preocupa del análisis hecho por el INEC es la situación de Limón. Esta provincia y Cartago tienen un indicador mayor a la tasa nacional: 10,6 muertes por cada mil en Limón, y 9,3 muertes por cada mil en Cartago.
Limón, advierte el INEC, presenta el mayor deterioro en el último año: pasó de una tasa de 8,5 (2014) –cercana al indicador nacional– a una de 10,6, muy por encima de la tasa nacional.