El proyecto para la construcción del edificio de cuidados críticos del Hospital Nacional de Niños (HNN), conocido como Torre de la Esperanza, sigue en medio del papeleo administrativo, pero sus responsables aseguran que pronto pasará de los documentos a las obras.
La estructura ocuparía el espacio donde actualmente están los jardines de la fachada del hospital, frente al paseo Colón. Allí se construirían salas de operaciones y más consultorios para la atención de los infantes.
Para hacer realidad esta torre, se debe firmar un fideicomiso entre el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR), la Asociación Pro Hospital Nacional de Niños, y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), pero es precisamente la falta de ese contrato-por constantes correcciones solicitadas por la Contraloría General de República- lo que tiene frenado el proyecto, pues los $85 millones del costo de la obra están garantizados por parte del Fondo de Desarrollo y Asignaciones Familiares (Fodesaf).
Los trabajos debían iniciar en 2011 y estar listos este año.
Ana Carboni, directora ejecutiva de la Asociación, explicó que una adenda en el contrato original ya está en revisión final en el área jurídica del BNCR.
La Dirección Corporativa de Relaciones Institucionales del BNCR confirmó ayer esa información y agregó que hoy es el día límite establecido por la misma entidad financiera para tener listos los cambios solicitados por la Contraloría.
Carboni expresó que tras el proceso en el banco, el documento para el fideicomiso pasaría a una nueva revisión por parte de la Dirección Jurídica de la Caja. Si todo está en orden, la Junta Directiva de la Caja de Seguro debería aprobarlo sin contratiempos.
María Eugenia Villalta, gerente médica de la Caja, validó ese proceso y comentó que la Dirección Jurídica tardaría, a lo sumo, una semana en darle el aval al fideicomiso, para una semana después llevarlo a la directiva de la Caja.
En abril del año pasado, representantes de las partes del fideicomiso y hasta la presidenta de la República, Laura Chinchilla, firmaron, por segunda vez, el contrato para la construcción de la Torre de la Esperanza, pero la Contraloría General de la República solicitó 44 correcciones o aclaraciones al contrato.
La gerente María Eugenia Villalta, así como la directora ejecutiva de la Asociación Pro Hospital de Niños confían en que en esta ocasión (la tercera) sí se firmará definitivamente el fideicomiso.
Atraso pasa la factura. La tardanza en concretar la Torre de la Esperanza ha provocado que el proyecto como tal no haya recibido $22 millones de los $85 millones de inversión requerida.
“Desde hace cuatro años, la ley 8793 destinó el 0,78% de los fondos de Fodesaf (Fondo de Desarrollo y Asignaciones Familiares), pero por puros trámites se han desaprovechado los fondos de los últimos tres años y los del 2013 también va a desaprovecharse”, había dicho en octubre anterior Luis Gamboa, presidente de la Asociación Pro Hospital Nacional de Niños.
Orlando Urroz, subdirector del Hospital Nacional de Niños, también se sumó a los señalamientos por el atraso de varios años en la construcción del nuevo edificio médico.
“Es importante decir que, en este momento, no hay en el país un centro médico con capacidad resolutiva para los pacientes críticos, como los que tuvimos el año pasado con la crisis de enfermedades respiratorias”, explicó Urroz.
Además de la firma del fideicomiso, luego se deben elaborar los planos de la torre, lo que también llevaría tiempo, dijo Carboni.