El empleo informal está entre los mayores desafíos para la supervivencia de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
De acuerdo con datos del Ministerio de Trabajo, dos de cada cinco trabajadores en el país laboran en esa condición.
“Son trabajadores que no poseen cobertura y esto tiene un impacto en la seguridad social. Es un reto para todos: para el sector privado, para la Caja y para el Ministerio de Trabajo”, advirtió el jerarca de esa institución, Carlos Alvarado Quesada, en el foro Retos y desafíos de la seguridad social costarricense, organizado por la CCSS el jueves 4 de agosto.
La institución requiere del aporte de estas personas para financiar la atención de la enfermedad y la maternidad, y para alimentar las pensiones de los futuros pensionados.
La última Encuesta Continua de Empleo (ECE), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), contabiliza 818.000 personas ocupadas con empleo informal para el segundo trimestre de este año.
Se entiende por empleo informal aquel con asalariados cuyos patronos no los inscriben en la Caja, ayudantes no remunerados, trabajadores por cuenta propia y empleadores con empresas no constituidas en sociedad.
Según el INEC, la fuerza laboral del país la constituyen 2,1 millones de trabajadores. De ellos, 1,9 millones están ocupados y 202.563 están desempleados, para una tasa de desempleo de 9,4% en el segundo trimestre del año.
Desafíos. La institución, que está a punto de cumplir 75 años en noviembre, visualiza la informalidad laboral como una de sus amenazas, además del desempleo, el impacto en los servicios de salud de la atención de víctimas de violencia, y el envejecimiento de la población.
La CCSS no tiene cifras sobre cuánto deja de recibir cada año por el no pago de cuotas de trabajadores informales.
Sin embargo, un dato facilitado por su Gerencia Financiera con base en un estudio de la Contraloría, del 2013, muestra que solo por la evasión de cuotas para los seguros de salud y pensiones entre trabajadores independientes, la CCSS dejó de percibir más de ¢265.000 millones en el 2012.
María del Rocío Sáenz, jerarca de la Caja, admitió que la entidad ha alcanzado mucho en estos 75 años, pero aún debe dar la mejor atención en salud sin poner en riesgo la sostenibilidad financiera del sistema.
Leonardo Ferreira, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), destacó los logros de la seguridad social.
Por ejemplo, la cobertura contributiva, que es de las más altas de América Latina (62% de la población económicamente activa, PEA).
Sin embargo, el especialista de la OIT advirtió sobre la necesidad de avanzar en el aseguramiento de grupos especiales, entre ellos las trabajadoras domésticas, los agricultores y los migrantes.
El director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Costa Rica (UCR), Mauricio Vargas, mencionó la inequidad y el desempleo entre los peligros actuales y futuros.
Vargas dijo que ambos son problemas estructurales del país con mucho impacto en la institución, y recomendó empezar a debatir los alcances del seguro de salud tomando en cuenta las dificultades actuales para incrementar la cobertura contributiva.