Especialistas de la División de Diagnóstico Molecular, del Laboratorio Clínico del Hospital de Niños, tienen como meta realizar pruebas para determinar el riesgo genético de desarrollar cáncer de seno entre la población costarricense.
No es un plan a corto plazo, llevará su tiempo pues para ello hace falta experiencia y equipo que ayude a la detección de anomalías en los genes BRCA1 y BRCA2, responsables del 5% de todos los tumores mamarios.
Un nuevo equipo podría ayudar a dar los primeros pasos, así como a detectar el riesgo genético de tumores en la glándula tiroides, cerebro o sangre.
“El equipo está en proceso de compra, y esto nos ayudará para otros tipos de cánceres; aun con el de mama no es suficiente.
”Para hacer ese análisis, todavía es necesario más equipo y más capacitación, pero es un paso”, manifestó Carlos Santamaría, director de la citada División de Diagnóstico Molecular.
Santamaría no dio detalles de cuánto podría costar la compra de los aparatos que se requieren para echar a andar estas pruebas.
Siguiendo la pista. Los genes BRCA1 y BRCA2 son responsables de muy pocos tumores de seno, pero el 80% de las mujeres que tienen estos marcadores genéticos tienen altas posibilidades de desarrollar cáncer de mama.
La presencia de una mutación de los genes BRCA1 y BRCA2 representa un riesgo de desarrollar cáncer de mama de entre un 50% y un 85%, en comparación con el 10% de riesgo para mujeres que no los tienen.
Estos genes están relacionados con dos aspectos: las moléculas controladoras de tumores y la reparación del ADN.
En un gen alterado cuesta que las moléculas controlen tumores y que errores genéticos puedan ser reparados.
En un futuro, el análisis genético no solo permitiría la detección temprana y tratamiento más certero, sino también dibujaría un panorama sobre las variantes en los genes BRCA1 y BRCA2 que más afectan a las ticas.
En el campo privado, laboratorios como el de la Clínica Bíblica ya realizan estos análisis.