El zancudo Aedes aegypti amenaza, como nunca antes, con desencadenar una gran epidemia de dengue, que se vería agravada por la circulación en el país del virus chikunguña.
A esta amenaza se agrega el inminente ingreso del virus zika, también transmitido por ese mismo mosquito. Esta enfermedad ya se ha reportado en países como El Salvador y Brasil.
El Ministerio de Salud se alista para un 2016 complicado, a causa de ese insecto de tan solo cinco milímetros que no solo transmite dengue, sino que, además, puede infectar a las personas con otras enfermedades.
En el caso del dengue, para el próximo año aumenta el riesgo de más casos de la variedad grave (antes llamado dengue hemorrágico), pues muchas personas ya han sufrido el ataque del virus.
Además, la totalidad de la población no tiene inmunidad ni contra el chikunguña ni contra el zika, lo cual eleva el riesgo de tener a muchas víctimas más de estos males en el 2016.
Por esto, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) reforzará las acciones preventivas.
“Para el 2016 sí podríamos tener un incremento de estas enfermedades vectoriales en términos generales, al circular el chikunguña y (el inminente ingreso del) zika. Esto va a generar más congestión en los servicios por la presencia de más casos”, pronosticó Catalina Ramírez, encargada nacional de Enfermedades Transmisibles, Subárea de Vigilancia Epidemiológica de la CCSS.
De acuerdo con Rodrigo Marín Rodríguez, jefe de la Oficina de Control de Vectores, en el Ministerio de Salud, la hembra del Aedes aegypti tiene un gran potencial como vector o transmisor de enfermedades, ya que se alimenta de la sangre humana y ha hecho de las viviendas su hábitat preferido.Último golpe. La última gran epidemia de dengue en Costa Rica fue en el 2013, con 50.000 enfermos, 200 de los cuales desarrollaron dengue grave. Ese año se registró una muerte, según datos de Vigilancia Epidemiológica.
En lo que va del 2015, ellos han registrado 15.000 enfermos de dengue y 4.000 de chikunguña.
El aumento en el número de pacientes por ambas enfermedades ha sido exponencial en comunidades de las provincias de Guanacaste y Puntarenas, como Abangares, Nicoya, Santa Cruz, Montes de Oro y Golfito.
En el caso de la Caja, hasta este viernes sumaba 16.500 consultas de primera vez por dengue, y unas 4.000 por chikunguña.
“(Las epidemias de) dengue tenían un ciclo regular, cada dos años, hasta que empezamos a tener el peso de los fenómenos El Niño y La Niña, lo que afectó esa estacionalidad.
”(Lo que pase el próximo año) dependerá de cómo tengamos el comportamiento de la humedad y las lluvias. Este 2015 comenzaron a incrementarse los casos casi a final de año. Al correrse la curva de casos tres semanas, podríamos estar en enero y febrero con brotes importantes de ambas enfermedades”, detalló Ramírez.
En guardia. Dengue, chikunguña y zika comparten varias características, además del vector o zancudo transmisor.
Muchos de los síntomas que producen son parecidos: fiebre alta, dolor muscular y articular y erupciones en la piel.
Sin embargo, también cada una de estas enfermedades produce síntomas particulares.
En el caso de chikunguña, el principal es la inflamación prolongada y dolorosa de las articulaciones. En los casos más complejos, los enfermos pueden quedar con artritis reumatoidea de por vida.
Según Marín, un solo zancudo puede transmitir varios virus. Incluso se ha reportado, en el caso del dengue, la llamada transmisión vertical: el zancudo hembra puede heredar a su descendencia el virus, sin necesidad de que los mosquitos nuevos deban llegar a la edad adulta e infectarse al picar a una persona enferma.
Esto convierte al zancudo en un “arma” de gran peligro y pone sobre la mesa, nuevamente, la necesidad de que las poblaciones luchen de forma intensiva contra los criaderos de estos insectos.
Por ahora, la única herramienta que tienen las autoridades de Salud es la eliminación de criaderos de zancudos.
Otra, un plan de ley con el que se pretendía castigar a dueños de propiedades con grandes criaderos, duerme el sueño de los justos en la Asamblea Legislativa.
Sanciones a los grandes criaderos están varadas
Las sanciones económicas a los grandes criaderos de zancudos, como chatarreras o propiedades con basureros a cielo abierto, están varadas en la Asamblea Legislativa.
Nada, prácticamente nada, se ha hecho desde el 2014, cuando el Ministerio de Salud presentó una de las últimas iniciativas para castigar con fuertes multas a los dueños de propiedades donde se encontraran criaderos de zancudos.
Según Roberto Castro Córdoba, jefe de la Unidad de Análisis Permanente de Situación de Salud del Ministerio de Salud, este tema no está en la lista de prioridades de los diputados.
“El país ha hecho un gran esfuerzo en mejorar el control de las enfermedades vectoriales y esto hace que muchas veces no se considere el tema como una emergencia. La nueva redacción del proyecto fortalece la lucha. Valdría la pena que lo retomaran”, comentó Castro.
La intención del Ministerio de Salud, dijo el funcionario, es volver a insistir en el tema de cara a un año en que el número de casos podría dispararse.
Según Roberto Castro, los costarricenses han ido aprendiendo, poco a poco, la importancia de eliminar criaderos. Sin embargo, dice, todavía quedan algunos reticentes que no entienden y a quienes solo es posible cambiar con medios coercitivos.
Solo en el 2013, año de la última gran epidemia de dengue, el Ministerio de Salud invirtió más de ¢3.870 millones en atender a 50.000 enfermos de dengue.
El escenario se podría complicar en el 2016 con una nueva epidemia agravada por la circulación en el país del chikunguña y el eventual ingreso del virus zika, los dos transmitidos por el zancudo Aedes aegyipti.
En lo que va del año se han registrado casi 15.000 enfermos de dengue y alrededor de 4.000 casos de chikunguña.