A final de este mes, el AyA comenzaría a racionar el agua que suministra a los abonados de las partes altas del Valle Central.
Los primeros sitios impactados incluirán comunidades de Desamparados (San Miguel, Patarrá, Los Guido), así como algunos poblados de Escazú.
También se afectará a vecinos de Cascajal y San Rafael en Vázquez de Coronado; Salitral y Santa Ana; y San Antonio de Alajuelita, además de los distritos josefinos de Zapote y La Uruca, aunque no están en altura.
Los racionamientos de entre seis y 12 horas al día responden a una merma en los acuíferos y al consumo desproporcionado de los abonados, comentó Yamileth Astorga, presidenta del Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
Por esa razón es que la jerarca del AyA reiteró la urgencia de adoptar hábitos de ahorro en todas las actividades familiares e industriales.
Las zonas señaladas podrían ser también las primeras en sufrir cortes más drásticos. Ahí reside el 37% de población de la Gran Área Metropolitana (GAM), estimada en 1,3 millones de habitantes.
Sin embargo, los efectos podrían llegar a unas 500.000 personas, como advirtió el mismo Instituto en setiembre del 2015.
Astorga reiteró esa previsión, pero agregó que no todos los usuarios se verían afectados a la vez o de forma continua, pues la institución informará con anticipación cuando se den los cortes.
La funcionaria destacó que la situación se perfila un poco menos crítica al iniciarse este año respecto al mismo periodo del 2015, por el repunte en el volumen de lluvias registrado entre setiembre y noviembre.
Esto explica por qué AyA racionará el líquido hacia finales de mes, en vez de empezar en la primera quincena de enero 2016, como ocurrió en enero del 2015.
Pese a esa mejora puntual en las lluvias, los acuíferos no recuperaron el nivel adecuado.
Lluvias. Según un reporte del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), las lluvias en el 2015 disminuyeron entre 50% y 75% en algunas zonas del país, lo que afecta, principalmente, las fuentes de tipo superficial; no obstante, la intensidad del problema seguirá aumentando para el primer semestre del 2016.
Por eso dependerá de las condiciones de las fuentes, el nivel de afectación en los acuíferos y del consumo de la población, si los racionamientos comienzan en enero o se podrían postergar.
Astorga insistió en la necesidad de que los consumidores comprendan la importancia de ser frugales en el uso del recurso e hizo un llamado vehemente a cerrar llaves si no se utiliza el líquido y a arreglar fugas en hogares.
Según estimaciones del AyA, en una familia de cinco miembros se gastan más de dos barriles de agua cada día en el lavado de platos. Entre tanto, en lavado de ropa se consumen unos 7.000 litros por mes, en la ducha hasta 4.500 litros y otros 6.700 litros en los servicios sanitarios.
Pozos agotados. El pedido de ahorro llega en momentos en los que otras regiones del país sufren escasez del líquido.
En áreas costeras de Guanacaste hay problemas de salinización de pozos por exceso de explotación, confirmó Priscilla Solano, presidenta de la Cámara de Turismo de Guanacaste.
Solano atribuyó este problema a la proliferación de tomas ilegales por particulares.
“Esto ha creado un caos porque se desconoce por completo la la cantidad de agua sacada del manto acuífero o su calidad; sin mencionar que por este líquido nadie paga”, afirmó.
En playa Hermosa, por ejemplo, la falta de agua en los pozos obliga al hotel Villa Sol a comprar agua en tanques para atender a sus clientes.
Según la empresaria, este negocio debe adquirir 12 tanques de agua al día con un costo de $3.000 porque el agua que poseen es insuficiente para esta época.
Este martes, además, se realizó una reunión de líderes de distintos sectores de Guanacaste en donde se informó de que el 95% de los cañeros de la provincia no alcanzaron la cosecha esperada para este año.
La causa, dijeron, es el déficit de lluvia sostenido, pues carecen de sistemas de riego propio.